La alimentación puede ayudarnos a mejorar nuestra salud mental |
¿Cuáles
son los mejores alimentos para el cerebro?
La dieta está estrechamente ligada a procesos
tales como enfermedades del corazón, la obesidad y la diabetes.
Sin embargo, lo que consumimos también parece
tener implicaciones importantes para el cerebro: Las dietas poco saludables
pueden aumentar el riesgo de trastornos psiquiátricos y neurológicos, como la
depresión y la demencia, mientras que las dietas saludables pueden tener un
efecto protector.
El portal médico “Medscape” ha recogido
algunas de las investigaciones más importantes sobre nutrición y cerebro.
Estilos de dietas:
La saludable "dieta mediterranea" |
Un
estudio de 2009 publicado en la revista “Archives
of General Psychiatry” encontró que las personas que siguen el patrón de
dieta mediterránea, es decir una dieta rica en frutas, verduras, frutos secos,
cereales integrales, pescado y grasas no saturadas, como las que proporcionan
los aceites vegetales como el aceite de oliva, son menos propensos a
desarrollar depresión (hasta un 30% menos) que aquellas personas que consumen
mayor proporción de productos cárnicos y una elevada tasa diaria de lácteos.
El
aceite de oliva también predispone a un menor riesgo de accidente
cerebrovascular isquémico, y también a una menor propensión de desarrollar
deterioro cognitivo leve, e incluso enfermedad de Alzheimer, sobre todo cuando
esta dieta se complementa con una mayor nivel de actividad física.
El olivo, base de la dieta consumida en el Mediterráneo desde la antigüedad |
Grasas:
Buenas y malas
Un
estudio realizado en España por Sánchez-Villegas y colaboradores y publicado en varias
revistas internacionales en 2011, informa que el consumo habitual de ciertos
tipos de grasas, disminuyen el riesgo de depresión a lo largo del tiempo. Estas
grasas buenas son:
- ácidos grasos poliinsaturados (se encuentran en los frutos secos, semillas, pescados y vegetales de hoja verde)
- ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva, aguacates, nueces.
El aguacate, fuente de ácidos grasos monoinsaturados
Aunque lo contrario, es decir con respecto al consumo de grasas malas (*) (grasas trans) no se halló relación dosis-respuesta
entre la ingesta de éstas y el riesgo de depresión. No obstante hay datos que apoyan la asociación entre los
ácidos grasos trans y el accidente
cerebral isquémico.
Asimismo, una deficiencia en el consumo de ácidos grasos
poliinsaturados se ha relacionado con el diagnóstico de “Trastorno de déficit
de atención/hiperactividad” en niños.
(*) Los ácidos grasos trans son un tipo de ácido graso insaturado que se encuentra principalmente en alimentos procesados o industrializados que han sido sometidos a hidrogenación o a horneado (como los pasteles, entre otros). Este tipo de ácidos grasos también se hallan presentes de forma natural en pequeñas cantidades en la leche y la grasa corporal de los rumiantes.
Aceite
de pescado ¿para prevenir la psicosis?
Gracias
a sus altos niveles de ácidos grasos poliinsaturados, es decir, los ácidos
grasos omega-3, el pescado(**) puede
ayudar a prevenir muchas enfermedades del cerebro.
Un
estudio de consumo de pescado en 2010 correlacionaba con un menor riesgo de
síntomas psicóticos, y otro trabajo
sugiere que el aceite de pescado puede ayudar a prevenir la psicosis en
personas de alto riesgo.
Pescados, una importante fuente de ácidos grasos omega-3 |
Aunque
los datos son contradictorios, una nueva investigación demuestra que los ácidos
grasos omega-3, y los ácidos grasos eicosapentaenoico
y ácido decosahexaenoico son benéficos en la depresión y en la depresión
posparto respectivamente, y otras investigaciones sugieren que la deficiencia
de omega-3 puede ser un factor de riesgo para el suicidio.
(**) Los
pescados que tienen niveles más altos de omega-3
son aquellos que provienen de aguas frías, como el salmón, el arenque y la
caballa.
Frutos
del bosque como antioxidantes
Los
polifenoles, que se encuentran en
las bayas del bosque (los frutos que en inglés se denominan “berries”) y otras frutas y verduras de color oscuro pueden retrasar el
deterioro cognitivo a través de sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Las moras y otros frutos del bosque, ricos en polifenoles, tienen propiedades antioxidantes |
Un
estudio realizados en ratas en 2010 mostró que una dieta rica en fresas,
arándanos, o moras conduce a una "reversión de los déficits relacionados
con la edad en la función nerviosa y la conducta que implica el aprendizaje y
la memoria".
En
dicho trabajo se halló que concentraciones muy elevadas de fresas, arándanos y
bayas de acai, pueden inducir “in vitro” que las células autofagociten productos
como proteínas relacionadas con el deterioro mental y la pérdida de memoria.
Los
polifenoles de las bayas pueden reducir también el riesgo de enfermedad
cardiovascular, al disminuir el estrés oxidativo y la atenuación de la
expresión de genes inflamatorios.
En
una dieta completa ¿hay sitio para la carne roja?
Una
dieta completa rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado y carnes
de alta calidad, conseguiría una reducción del 30% para los trastornos de
ansiedad y depresión, si la comparamos con lo que en Estados Unidos se conoce
como una “dieta occidental” (rica en alimentos procesados y grasas saturadas),
según un estudio realizado en 2010 por el Dr. Jacka y colaboradores y publicado
en American Journal of Psychiatry).
También puede consumirse carne de vacuno, sin excesos |
Incluso
en contraste con muchos estudios en los que se considera a las carnes rojas
como “alimentos poco saludables”, los autores de este trabajo consideraban que
las carnes rojas sin procesar y que provienen de animales criados en pastos
naturales, pueden tener también un efecto protector sobre los estados
depresivos y de ansiedad.
Alcohol.
Moderación
Ruinas de la antigua Delfos |
“Nada
en exceso” (μηδὲν ἄγαν) era uno de los lemas filosóficos que
adornaban la antigua ciudad griega de Delfos, y es una máxima totalmente válida
para nuestros tiempos (y posiblemente más válida aún para aquellas sociedades
de la abundancia).
El consumo moderado de alcohol se ha asociado con numerosos beneficios fisiológicos potenciales, incluidos un mejor perfil de colesterol, en la función plaquetaria y la sensibilidad a la insulina.
El vino también tiene en su composición antioxidantes polifenólicos |
El
uso limitado de alcohol también se asocia con un menor riesgo de enfermedad de
Alzheimer y demencia en general, conclusión apoyada por un estudio realizado en
2011 con pacientes alemanes de atención primaria.
También
se ha descrito que el consumo moderado de alcohol, especialmente de vino, puede proteger contra la enfermedad
cardiovascular, debido a que contiene antioxidantes polifenólicos.
Sin
embargo, no hay que olvidar los costes para la salud que supone el consumo de
alcohol a largo plazo, con los riesgos de abuso, dependencia, alteración de
funciones cognitivas como la memoria, y su contribución al empeoramiento de
enfermedades neurodegenerativas así como el deterioro en el funcionamiento
psicosocial.
Café:
Para un buen despertar y algo más …
El
estimulante más utilizado del mundo puede hacer algo más que despertarnos.
A
pesar de que puede incrementar la tensión arterial, los granos de café
contienen compuestos antioxidantes que pueden reducir la oxidación del colesterol
y de las lipoproteínas de baja densidad.
Cafeína y cerebro, relación controvertida |
Existen varios estudios que relacionan
el consumo de café con menor riesgo de accidente cerebrovascular y de
depresión, especialmente en mujeres. Éstas eran consumidoras de entre 4 y 6
tazas al día (consumo excesivo a mi entender). Sin
embargo, hay que tener en cuenta que estos estudios están realizados en
población norteamericana, y todos sabemos el bajo contenido en cafeína del
brebaje que ellos denominan café.
Chocolate,
el más sabroso antioxidante
El
chocolate, especialmente aquél que contiene mayor contenido en cacao, (cuanto
más negro mejor) ayuda a eliminar los radicales libres y a mejorar la función
endotelial y plaquetaria, probablemente a través de los flavonoles que
contiene.
Un
estudio publicado en la revista European
Heart halló que el consumo diario de 6 gramos de chocolate se asocia a una
disminución del riesgo combinado de infarto de miocardio y accidente
cerebro-vascular en adultos (situándolo en un 39% menor). No obstante, hay que
pensar que el peso de una tableta de chocolate suele ser de unos 100 gramos, lo
que se aconsejaría consumir diariamente sería un dieciseisavo de la tableta… o
sea un cuadradito de la tableta o poco más.
Mucho
se ha hablado del efecto antidepresivo del chocolate (que se creía mediado a
través del sistema dopaminérgico y del sistema opioide). Pero parece que no es
así: una reciente y extensa revisión de Parker y colaboradores sugieren que los
beneficios sobre el estado de ánimo no se mantienen más allá del “confort”
emocional e inmediato de la ingesta.
Lo
que no se debe comer
Ya sabemos, comida basura |
Las
grasas saturadas y los carbohidratos refinados tienen efectos altamente
perjudiciales sobre el sistema inmunológico, el estrés oxidativo, y las
neurotrofinas, todos ellos factores que juegan un papel en la depresión.
El
estudio de Akbaraly y sus colegas publicado en “British Journal of Psychiatry” en 2009, ya mostró que una dieta rica en
alimentos lácteos con alto contenido en grasa, alimentos fritos, refinados y
azucarados aumenta significativamente dicho riesgo de depresión.
Resultados
similares han sido replicados en otros
estudios, uno de ellos realizado
en España. Se concluyó que la ingesta repetitiva de alimentos como pizza y hamburguesas, con el tiempo,
aumentaban el riesgo de depresión (tanto de depresión mayor como de distimia, y
especialmente en mujeres).
También
se ha demostrado en 2012 que la calidad de la dieta ingerida por los
adolescentes estaba relacionada con la salud mental.
Por
otra parte, se ha sabido desde hace mucho tiempo que el exceso de ingesta de
sal aumenta la presión arterial, y el riesgo de accidente cerebrovascular.
Datos más recientes correlacionan una alteración de la capacidad cognitiva con el
elevado consumo de sal, así como las dietas ricas en grasas saturadas o ácidos
grasos insaturados trans.
Lo que han dicho los sabios:
Hipócrates de Cos |
"Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento"
Hipócrates de Cos, médico griego, siglo IV a.C.
"Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come"
Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán, 1850
Pero... ¿qué comen los genios?
Charles Chaplin, y su particular dieta en "La quimera del oro"
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