sábado, 30 de mayo de 2015

PERFECCIÓN, PERFECCIONISMO... y GEOMETRÍA


 
Para muchos, este no será un paisaje perfecto

Perfección       (Del latín perfectĭo, -ōnis).
1.  Acción de perfeccionar.
2. Cualidad de perfecto.
3. Cosa perfecta.

Perfeccionismo
1.  Tendencia a mejorar indefinidamente un trabajo sin decidirse a considerarlo acabado.

Estas son las definiciones de la Real Academia Española de la Lengua para estos conceptos. ¿Por qué las menciono?

Porque de un tiempo a esta parte, escucho a un sinfín de personas que se declaran a sí mismas como perfeccionistas, atribuyendo a tal característica el núcleo central de su padecimiento.

Perfeccionismo: ¿bueno a malo?


Lo curioso del caso, es que la mayoría de estas personas no consideran el perfeccionismo como algo negativo, sino más bien como una cualidad que les “coloca” por encima de los demás seres humanos de su entorno ya que entienden que la causa de su sufrimiento es que no resisten “la imperfección” de los demás, puesto que les obliga a estar atentos y vigilantes en un sinfín de tareas sobre las que tienen que ejercer un control. 
¿Dónde ha quedado el placer de pintar en la pared?


Vale decir, que también ocurre es que muchos de los auto-denominados perfeccionistas no lo son especialmente...  Pero este –ismo goza de relativa “buena fama”. Es decir, parece un valor seguro declararse “perfeccionista” (sobre todo frente al mercado laboral) frente a manifestar  que no sufrimos o nos alteramos especialmente por el resultado obtenido en algún trabajo encomendado (aunque esa persona la ejecute con total solvencia y buen rendimiento).
Sin más palabras


Por lo tanto, creo que vale la pena aclarar el concepto desde una perspectiva psicológica (para ello me apoyo en el libro espléndido escrito por mi colega la Dra. Cristina Ruiz Coloma, “Atrévase a no ser perfecto”.

El perfeccionismo es un rasgo de personalidad, esto es una característica estable en la estructura de personalidad de un individuo. Dicho rasgo consiste en la creencia de que se puede y se debe alcanzar la perfección. Así dicho, no parece algo especialmente malo, sino más bien una cualidad, ya que el esfuerzo, el orden, la implicación y la meticulosidad son cualidades valoradas y ligadas a la eficiencia en el cumplimiento de objetivos. Supongo que de aquí viene la vivencia y el deseo de autoproclamarnos perfeccionistas.

Entonces, si el perfeccionismo está relacionado con la búsqueda de la perfección (algo positivo en sí misma) y cuyo motor es el deseo de superación (también algo bueno) ¿por qué puede representar un problema?

Analizando un poco más el concepto de perfeccionismo, la Dra. Ruiz nos explica que resulta de la combinación de tres aspectos:

·       El deseo de mejorar
·       Un afán por alcanzar metas excesivamente elevadas

·       La preocupación por el concepto que tienen los demás de uno mismo.
 


Es evidente que el deseo de mejora es algo constructivo, sin embargo los otros dos puntos ya pueden conllevar problemas. Esto es, fijarse metas inalcanzables y la preocupación excesiva por la opinión social son fuentes seguras de problemas y malestar.

Las personas rígidamente perfeccionistas tienden a proponerse objetivos que o bien son excesivamente elevados, o bien tienen una definición tan ambigua y subjetiva (la perfección) que nunca se sienten satisfechos con lo logrado. Este estilo de actuación ejecutado uno y otra vez puede llevar a nuestro acérrimo perfeccionista a un pensamiento categórico del estilo “todo o nada” (“o lo hago perfectamente o no lo hago”), también a posponer la ejecución de la tarea (“tengo que tener todos los datos y todo en orden antes de iniciarla”) por lo que el mismo se limitará la acción e incluso puede bloquearla.



A su vez el perfeccionista está tan pendiente de la aprobación de los otros que puede desdeñar su propio criterio, siente un temor inusitado ante la crítica, aunque sea muy leve… y el más pequeño de los “peros” puede constituir una evidencia del escaso valor de su trabajo (y por ende de su poca valía como persona). Entonces dicho sentimiento le refuerza su idea de que todo este malestar cesará si alcanza la perfección… y se ve impelido a conseguirla (sea o lo que sea la perfección).

Asimismo, en relación a la forma de expresar el perfeccionismo podemos definir tres tipos de personas:

a)   El perfeccionismo como búsqueda de la propia perfección.
b)   El basado en la necesidad de que los otros sean perfectos.
c)    El que sostiene de que los demás esperan la perfección en uno mismo.


Nuestra sociedad competitiva valora y favorece el perfeccionismo. Para triunfar se precisa un nivel de disciplina, trabajo constante y deseo de evitar el error. Por tanto, algunos aspectos del perfeccionismo pueden ser ventajosos en determinadas áreas de la vida, pero  el perfeccionismo es un problema cuando causa un desgaste emocional, cuando paraliza, cuando impide ser feliz.

Como colofón, también deseo señalar que no todas las personas podemos conseguir todo lo que nos proponemos. El lema “si quieres, puedes”, que tanto machaca nuestro tímpanos y retinas, -desde la publicidad televisiva que nos quiere vender un producto hasta los “gurús” de la autoayuda, que también venden su producto- no es cierto. Lo lamento, pero no lo es. No todos podremos ascender al Everest, ni viajar a la Luna, ni dirigir a la sinfónica de Berlín interpretando la V sinfonía de Mahler, ni tener un cuerpo perfecto, ni jugar al fútbol como Messi, ni al tenis como Rafa Nadal, ni tantas otras cosas... 

Nadia Comaneci, la gimnasta rumana de 14 años que consiguió el primer 10 (perfecto)
 en los JJOO de Montreal,
como el marcador no estaba preparado para los dos dígitos,
la puntuación que salió fue 1,00




Esto es, tenemos limitaciones y debemos asumirlo, pero nada nos impide mejorar. La mejor "competición" es frente a nosotros mismos, la motivación y la superación son inherentes al ser humano y posiblemente le hacen humano, desde una perspectiva psicobiológica. Que gran objetivo, ser mejor y hacer las cosas un poquito mejor cada día, pero tengamos claro que la perfección -prácticamente- es un concepto matemático o geométrico.


El filósofo y matemático Bertrand Russell (Premio Nobel de Literatura) expresa la belleza matemática con estas palabras:
 
Sir Bertrand Rusell
"La matemática posee no sólo verdad, sino también belleza suprema; una belleza fría y austera, como aquella de la escultura, sin apelación a ninguna parte de nuestra naturaleza débil, sin los adornos magníficos de la pintura o la música, pero sublime y pura, y capaz de una perfección severa como sólo las mejores artes pueden presentar. El verdadero espíritu del deleite, de exaltación, el sentido de ser más grande que el hombre, que es el criterio con el cual se mide la más alta excelencia, puede ser encontrado en la matemática tan seguramente como en la poesía."

 
Los perfectos "sólidos platónicos"

La proporción áurea o divina proporción es la explicación matemática
de la belleza en el arte y la naturaleza


domingo, 17 de mayo de 2015

DEPRESIÓN ¿Yo puedo hacer algo?


 
Depresión: la vida sin color

Cuando a una persona le diagnostican de un cuadro depresivo, se siente además tremendamente abrumada.

Ya hemos hablado de los síntomas de esta enfermedad (mejor dicho de este grupo de enfermedades, ya que hay diferentes formas clínicas). Pero en todas ellas, la tristeza, la irritabilidad y el estado anímico bajo se adueñan del mundo mental de la persona que la sufre.

Y no solo eso, sino una total falta de energía (los psiquiatras lo denominamos anergia) resultando muy difícil acometer cualquier tarea… en los casos de depresión más grave resulta prácticamente imposible. También la falta de motivación o entusiasmo, que va desde una actitud apática a una total carencia de voluntad (a esto se le denomina abulia) pero ojo, no olvidemos que no estamos hablando de términos morales, sino desde una perspectiva de enfermedad. Así, la abulia y el resto de los síntomas vienen impuestos por las características de la enfermedad, no porque al paciente “no ponga de su parte o “no tenga voluntad de curarse”.

También los pacientes con depresión experimentar una incapacidad para sentir placer de acciones, cosas o situaciones que en otro momento les parecían gratas (y a esto le llamamos anhedonia). Para quien experimente esto, aunque haga un esfuerzo para involucrarse en alguna cosa placentera no experimentará un disfrute, a veces hay pacientes que me explican cosas así:

            “Me llevaron a ver una película de humor, para animarme, mi marido se rio mucho, bueno todos en el cine… yo también entendía que hacía gracia, pero me sentía alejada y solo esbocé alguna sonrisa de vez en cuando. Qué envidia ver a todo el mundo tan contento.”

Que extraña la risa de los otros cuando alguien sufre depresión


Los pacientes en este estado requieren tratamiento psicofarmacológico con antidepresivos. Pero no sólo eso, ya que en contra de la “opinión popular” de que “las personas deprimidas no hacen nada para ayudarse a sí mismo”, los pacientes con depresión desean combatirla con todas sus fuerzas (aunque recordemos que son pocas).


Por tanto conviene establecer un plan de AUTO-AYUDA 

Vamos a ver cuáles serían mis recomendaciones.


·     -Es bueno mantener un horario y planificación, aunque uno esté de baja laboral o de baja académica por la enfermedad.

Organice un sencillo horario

·      - Hay que mantener una buena higiene del sueño:
o   Asegurar las horas de sueño nocturno y que este sea reparador.
o   No dormir en el sofá.
o   Levantarse por la mañana (no hace falta que el paciente se despierte “al alba”, pero sí que se evite la inversión del horario).
o   Todo esto que puede parecer obvio, es importante dado que la mayoría de las personas con depresión experimentan su peor momento por la mañana.

Duerma por la noche, y en su cama

·      - Alimentación:
o   Procurar una alimentación equilibrada y rica en fibra.
o   No saltarse las comidas, aunque no se tenga apetito. Coma menos, pero a sus horas.
o   Hidrátese bien
o   No ingerir alimentos hipercalóricos en lugar de una comida cocinada.

Coma saludablemente


·       -Mantener un cierto nivel de actividad. Hacer una lista de cosas a realizar, en la que  debe incluirse:
o   Aseo e higiene, cuidado personal. Vestirse, aunque no se tenga que ir a ningún sitio.
o   Un mínimo de ejercicio físico (al principio puede tratarse de un corto paseo). Es preferible no marcarse grandes objetivos, pero sí ser constante con ello.
o   Intentar hacer alguna de las cosas que normalmente nos resultaban gratificantes (escuchar música, hablar con algún amigo…) aunque no se obtenga el mismo placer por ello.
o   Mantener un mínimo de actividad intelectual: leer el periódico (muchas personas con un cuadro depresivo les resulta difícil hasta leer los titulares de la prensa…)
o   Realizar alguna tarea no fatigosa (puede tratarse de algo doméstico, algún recado pendiente o similar).
o   Verificar si se modifica el estado anímico tras un pequeño logro.

Evite permanecer todo el día en pijama...

Aunque le cueste, salga un poco a pasear...

... intente leer
"Mujer leyendo" Matisse, 1921

·       -Intentar controlar el pensamiento negativo:
o   Este es el apartado que tiene mayor dificultad, porque las personas con un cuadro depresivo piensan “en negativo” por el propio trastorno, entonces en ese período de enfermedad, inactividad y desánimo es fácil que la mente se “entretenga” en los problemas, conflictos y el propio malestar.
o   Es bueno repetirse que este es un estado pasajero y que tendrá su fin.
o   No se sienta culpable por sufrir una depresión. No es una invención de su mente, ni se lo ha buscado… se trata de una enfermedad.
o   Cualquier duda que le surja, consulte a su médico. Es quien conoce su caso.  Recibirá muchos consejos bienintencionados pero no siempre acertados.


La depresión pasará... el paisaje poco a poco se llena de color





domingo, 10 de mayo de 2015

La MEMORIA... y la MANZANA (o al revés)





Hace pocas semanas la revista de psicología de la “Experimental Psychology Society” inglesa se publicó un artículo acerca de lo traicionera que puede ser nuestra memoria (al menos la visual). El trabajo en cuestión lo firman Blake, Nazarian y Castel, investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de California (UCLA).

El experimento en el que se basó dicho artículo tiene su gracia, y como no, se utilizaron estudiantes de psicología (que debe ser la “especie” más analizada en estudios psicológicos). En este caso, fueron 85 individuos a los que se les pidió:

¿Cuál es el logo de Apple Inc?

  •  Se les preguntó si reconocían el logo de la empresa “Apple”: Todos decían conocerlo y no hubo diferencias entre los usuarios de ordenadores de esta marca y usuarios del sistema “Windows”. (Además de las 85 personas, la mayoría, setenta y cinco, disponían de algún artilugio (iPhone, iPad) de la marca).
  • Se les preguntó si podrían reproducirlo en un dibujo: Todos se mostraron confiados en hacerlo bien.
  • Se les pidió que dibujaran el logo: Sólo uno de los participantes fue capaz de reproducirlo exactamente.
  • Se les mostró ocho posibles dibujos: Menos de la mitad de los estudiantes lo identificaron correctamente.

Los autores concluyen que el resultado da soporte a las teorías sobre la saturación atencional, la falta de atención a detalles por sobresaturación de estímulos.

Obviamente, el no reconocer el logo de una empresa, no tiene gran importancia en nuestra vida cotidiana, sin embargo, a menudo las personas no logran recordar otros aspectos que si pueden ser de utilidad como las teclas de nuestro ordenador o teléfono que manejamos cada día. O incluso no recordar la ubicación de extintores que ya hemos visto porque se encuentran en lugares de alta visibilidad (pero que cuando los necesitamos no están donde creíamos), y tampoco somos capaces de recordar con exactitud las señales de tráfico de un recorrido que hacemos diariamente. 

Vemos la señal cada día... pero no la recordamos


Además de la curiosidad del artículo en sí, me ha hecho pensar en la memoria, por lo que voy a hablar un poco de ella (tomando en préstamo del libro No me acuerdo” firmado por Boget y Penadés, la descripción y clasificación, que por otra parte recomiendo.



LA MEMORIA
 
¿Donde está la memoria?
La gran mayoría de las personas hablan de la memoria como de una única cualidad, de la que depende la capacidad para recordar y para olvidar. Como si se tratara de un almacén que nos puede proporcionar recuerdos.

Sin embargo, en el cerebro no podemos observar donde se sitúa la memoria, ni determinar mediante una exploración de imagen si está en buen estado.

Todas estas estructuras cerebrales se han asociado con la memoria,
especialmente la amígdala y el hipocampo, componentes del sistema límbico


Los neuropsicólogos prefieren que hablemos de la memoria como un proceso (la actividad de recordar). Proceso psicológico que se desarrolla y para que así suceda deben funcionar distintas estructuras del cerebro, son varios subsistemas complejos, relacionados entre sí y producen la experiencia de recordar. Pero además no olvidemos que existen diferentes tipos de recuerdos y memorias.

Tipos de memoria:

No se trata de una función mental simple, por lo que es más adecuado representarla como un fenómeno complejo en el que intervienen tres grandes sistemas:

·       Memoria sensorial
Se trata del almacén donde se registra la información que procede directamente de los órganos de los sentidos. El estímulo que accede a la memoria sensorial no es analizado, y se mantiene unos 250 milisegundos (o lo que es igual, una cuarta parte de un segundo).
La memoria sensorial está muy limitada ya que mantiene la información durante un período de tiempo muy breve y además es sensible a las interferencias.

La ves, la hueles... y en menos de un segundo, la olvidas


·       Memoria a corto plazo
Es de duración intermedia y tiene un papel más relevante en la actividad mental. La memoria a corto plazo retiene la información del almacén sensorial el tiempo suficiente para ser utilizada por otros sistemas cognitivos. Los datos almacenados a corto plazo se olvidan en menos de 30 segundos.
o   La repetición es la forma corriente de que la información no desaparezca… como cuando nos dicen un número de teléfono y lo vamos repitiendo hasta que marcamos, y luego… desaparece de nuestra memoria, no así de nuestro smartphone. 

678 34... y que más


o   Limitaciones: no solo la brevedad o el esfuerzo mental, existe también un límite de capacidad. Para la gran mayoría de las personas se sitúa en siete elementos, y se ha dado en llamar el número mágico de Miller, por su descubridor, George Miller... o al menos hasta que otro autor Gordon Parker, indica que solo podemos retener 4 +/- 1 bloque de información. 

El psicólogo George Miller
    
Siete más/menos dos versus cuatro más/menos uno

Menos memoria de la que pensábamos


o   Memoria operativa o de trabajo: el sistema de memoria a corto plazo no debe ser considerado como un almacén para mantener mayor tiempo la información de la memoria sensorial, sino que también funciona como una auténtica memoria operativa que permite dirigir y efectuar varios trabajos mentales al mismo tiempo.

·       Memoria a largo plazo
Corresponde a la idea que en general se tiene de la memoria, es decir, ese almacén estable donde uno va acumulando su experiencia diaria. La información se almacena de forma más o menos permanente y la capacidad de almacenamiento es virtualmente ilimitada.

Ir en bici no se olvida

En la memoria a largo plazo se encuentran almacenados contenidos de todo tipo: el idioma, el conocimiento de nuestro medio, las creencias personales, como comportarse en situaciones sociales, como nadar o montar en bicicleta y un larguísimo etcétera.

Toda esta variada información se agrupa dentro de tres subsistemas:

o   La memoria procedimental:
Agrupa aquella información que implica el modo o procedimiento para hacer algo.
 
Las tareas en la cocina exigen seguir un procedimiento

o   La memoria semántica:
Contiene información organizada sobre nuestro conocimiento del mundo, básicamente hechos, conceptos y vocabulario.

Todas esas cosas que aprendimos en la escuela
o   La memoria episódica:
Almacena la referencia temporal de nuestros acontecimientos temporales.

Aquí Marilyn Monroe soplaba una vela por su 30 cumpleaños




LA MANZANA

¿Qué puedo decir de la manzana? Si es la fruta más cultivada del planeta, unos 70 millones de toneladas en 2010, existen unas siete mil quinientas variedades de cultivo de la especie Malus domestica (manzano) un árbol originario de Asia Central, donde todavía existen ejemplares de manzano silvestre (Malus sieversii) su predecesor.

Un ejemplar de "Malus sieversii"

Pero lo que me interesa es la simbología asociada a este fruto. Vamos a repasarla:

·        La manzana bíblica
La tradición popular, que no el texto bíblico, han considerado que el fruto del árbol del conocimiento era una manzana, por lo que esta fruta simbolizaría la tentación.
Posiblemente esta tradición provenga de la pintura renacentista, como en los cuadros de Durero y Lucas Cranach, el Viejo.

"Adán y Eva" de Lucas Cranach el Viejo (c. 1520)



·        La manzana de la discordia
En la mitología griega, era una manzana dorada que la diosa Eris destinó “para la más bella” y era ambicionada por tres diosas Hera, Afrodita y Atenea. De dicha disputa fue juez el príncipe troyano Paris, y su elección de Afrodita terminaría llevando a la guerra de Troya.

"El juicio de Paris" de Rubens, 1639

Por tanto la “manzana de la discordia” es un eufemismo para el núcleo de un argumento o un asunto menor que puede desembocar en una gran disputa.


·        La manzana de la Blancanieves
Cuento de hadas mundialmente conocido, la versión más famosa es la de los hermanos Grimm. Todos lo conocemos, en el cuento aparece una manzana perfecta, transmite seguridad y belleza, siendo su mordedura mortal al estar envenenada… aquí la manzana representa el engaño.

El engaño en forma de manzana envenenada,
en la archifamosa versión de Disney


·        La manzana de Isaac Newton
Se dice que en una tarde de verano de 1665, el físico Isaac Newton descansaba bajo un manzano de su casa de campo de Lincolshire y se apercibió que una manzana cayó al suelo.
En ese instante comprendió que tenía que haber “algo” que atrajera la manzana hacia el suelo, así elaboró la Ley de Gravitación Universal.
Se pensaba que se trataba de una leyenda, pero en 2010 la Royal Society londinense sacó a la luz un manuscrito del también físico William Stukeley, amigo y contemporáneo de Newton, donde se narra el episodio de la dichosa manzana.
 
El manuscrito de Stukeley, donde se cuenta la anécdota
de Newton y el manzano

  • La manzana del rock
Apple Records fue un sello discográfico fundado en 1968 como parte del proyecto de The Beatles Apple Corps.
La imagen de Apple, una manzana verde de la variedad Granny Smith, sirvió como método de distinción en los singles y álbumes de la compañía, siendo impresa una imagen de la manzana entera en la cara A de los discos de vinilo y una manzana partida a la mitad en la cara B.
Aunque en 1978 expiraron los derechos sobre la producción de The Beatles, esta compañía siguió elaborando proyectos como antologías del grupo británico. En 2006, cobró relevancia su disputa con Apple Inc, es decir hubo una nueva “manzana de la discordia”.
La verde manzana de los Beatles



·        La manzana cibernética
Toda esta entrada ha sido a propósito de la capacidad de los estudiantes de psicología de UCLA de reconocer debidamente el logo de la empresa que más veces ven al día,  el logo de Apple Inc.
A su vez el nombre y logo de esta empresa tienen su propia historia (y también su leyenda urbana). Lo que sí es cierto que la manzanita mordida no fue su primera opción de imagen de la compañía de ordenadores…

El primer logotipo de Apple fue la imagen de Newton leyendo bajo el manzano

... el mundo y la memoria dan mil vueltas.