El poeta, a lomos de Platero |
Muchos escritores célebres, han sufrido padecimientos psíquicos, especialmente cuadros depresivos. También es posible que el creador pueda plasmar la melancolía con una mirada especial.
Este año se celebra el
centenario de la publicación de uno de los libros más hermosos escrito en
lengua castellana: “Platero y yo”.
Como el propio Juan Ramón
Jiménez advierte en su prologuillo:
“Suele creerse que yo escribí Platero y yo para los niños, que
es un libro para niños. No. …
Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque
creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas
excepciones que a todos se le ocurren”
Así pues, haciendo caso a Juan Ramón, este libro me ha
acompañado no pocas veces en mi vida adulta, y siempre emociona, desde la
dedicatoria:
“A la memoria de
AGUEDILLA, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras y claveles”
Platero y yo
es sin duda la obra más conocida del poeta Juan Ramón Jiménez (1881-1958). Platero es difícil de clasificar, se
podría decir que reúne dos géneros literarios, el lírico y la novela.
Para algunos se trata de un relato
poético de ciento treinta y cinco poemas en prosa, más tres de reflexión
posterior (“A Platero en el cielo de Moguer”, “Platero de cartón” y “A Platero
en su tierra”). Pueden leerse de forma independiente o salteada, pero todos
juntos adquieren sentido para constituir una obra unificada.
Aparentemente, está constituido por
breves estampas que entre sí no guardan un orden temático y se corresponden a
impresiones, sensaciones y recuerdos de la infancia de Juan Ramón en su pueblo natal de Moguer:
Estampas de Moguer:
Las chumberas |
Las marismas |
La ermita de Montemayor |
“Nací en Moguer, la noche de
Navidad de 1881. Mi padre era castellano y tenía los ojos azules; y mi
madre, andaluza, con los ojos negros. La blanca maravilla de mi pueblo guardó
mi infancia en una casa vieja de grandes salones y verdes patios. De estos
dulces años recuerdo que jugaba muy poco, y que era gran amigo de la soledad…"
En los relatos de Platero y yo se mezclan el mundo idílico (“la blanca maravilla de
mi pueblo”) y el dolor, ya que también se exponen tragedias, deformidades
físicas y psíquicas y la propia muerte, además de la idealización de Platero, alter ego animal, compañero y oyente del
poeta.
Platero, compañero del poeta |
La muerte de Platero |
La estructura de la obra corresponde a
un esquema circular y cerrado, se inicia en primavera y termina en la misma
estación. Su principio y fin aparecen unidos a la mariposa (símbolo del alma ya
desde la antigüedad clásica, y por tanto de la riqueza espiritual) y a la
sangre (señal del dolor humano).
Estos dos extremos, espíritu y dolor están siempre conectados en la poesía de
Juan Ramón.
Juan Ramón Jimenez, retrato de juventud realizado por Sorolla |
La vida de Juan Ramón Jiménez estuvo
marcada por varias crisis depresivas. A los 19 años, y en franca oposición a su
familia abandonó sus incipientes estudios de Derecho que cursaba en Sevilla y
se trasladó a Madrid, entrando en contacto con los grandes poetas modernistas,
por los que sentía admiración, especialmente por Rubén Darío. Sin embargo, a
los veinte años sufre su primera depresión, por lo que regresa a Moguer, un año
más tarde ante la persistencia de la enfermedad es ingresado durante varios
meses en un sanatorio psiquiátrico en Burdeos, y de allí pasará al sanatorio
del Rosario en Madrid. En la habitación del sanatorio organiza reuniones a las
que asisten Machado, Valle-Inclán, Benavente... Allí pasa dos años de grato
recuerdo.
En 1905, una nueva fase depresiva le
hace regresar a Moguer. Durante esta estancia pergeña Platero y yo. En los años
siguientes, empeora su enfermedad y tras la muerte de su padre se produce el
descalabro económico de su familia.
Zenobia Camprubí, en 1918. Pintado también por Sorolla |
En 1913 conoce en Madrid a su amor
definitivo: Zenobia Camprubí, también escritora y traductora, con la que se casa tres años más tarde. Su obra
poética crece y pasa de la llamada “etapa sensitiva” a la denominada “etapa
intelectual”, un tipo de poesía pura, con una lírica a menudo de difícil
comprensión.
En 1936 estalla la guerra civil
española, y se mantiene fiel la lado republicano, siendo nombrado agregado
cultural de la embajada de España en Washington. La victoria de Franco hace decidir al matrimonio mantenerse
exiliados en América. La tendencia depresiva del poeta hará que el exilio le
aleje de la realidad e intensifique su aislamiento social. En 1950 se instala
en Puerto Rico, y pronto su amada Zenobia enferma de cáncer.
Un abatido Juan Ramón Jimenez en 1956 |
En 1956, a los pocos días de serle
concedido el Premio Novel de Literatura muere su mujer. Juan Ramón se recluye
en su casa en la más absoluta oscuridad.
"Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando,
y se quedará mi huerto con su verde árbol
y su pozo blanco.
Todas
las tardes
el
cielo será azul y plácido,
y
tocarán, como esta tarde están tocando,
las
esquilas del campanario.
Se
morirán los que me amaron…
Y
el pueblo se hará nuevo cada año.”
El
29 de mayo de 1958, totalmente desolado murió el poeta.
Cincuenta
años antes, había escrito:
CXXXV – MELANCOLÍA
Esta tarde he ido con los niños a
visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del
pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de
grandes lirios amarillos.
Cantaban los chamarices allá arriba, en
la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su trino menudo, florido y
reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor
nuevo.
Los niños, así que iban llegando,
dejaban de gritar. Quietos y serios, sus ojos brillantes en mis ojos, me
llenaban de preguntas ansiosas.
- ¡Platero amigo! - le dije yo a la
tierra- ; si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu
lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado ? Platero,
dime: ¿ te acuerdas aún de mí?
Y, cual
contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto,
revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio...
Platero y yo (1914)
Juan Ramón Jiménez
¿Como puedo yo agradecerle a usted por La Belleza?...Como agradecer un hermoso dibujo de mariposas blancas, angelicales...y la memoria leve, pero presente, de aquel Platero?. Poco es decirle Gracias ... y por favor, quédese un rato mas en éste mundo.... :-D
ResponderEliminarPlatero y yo gran significado lp leiamos con el Sr. Saravia en la Escuela Normal de Maestros Alberto Masferrer corría el año 1966 a,recuerdos .
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