Aun tratándose del mismo fenómeno
unitario, se utilizan distintas denominaciones clínicas de la ansiedad, en
función de algún aspecto que se desea destacar. Todas estas denominaciones
forman parte del lenguaje clínico, y muchas veces los médicos nos servimos de
ellas para explicar la situación al paciente que las sufre… pero a veces, creo
que no somos suficientemente hábiles en transmitirlas.
Teniendo en cuenta el predominio de
los síntomas (si hay más síntomas físicos o somáticos o bien síntomas
psicológicos) se habla de
· Ansiedad
somática
· Ansiedad
psíquica
Obviamente,
en la primera cabría gran parte de la anteriormente denominada “Medicina
Psicosomática”. De forma genérica, el término somatizaciones, se ha ido aceptando
como concepto relacionado con la ansiedad somática.
Sin
embargo, a veces se abusa del mismo, y muchas veces se explican síntomas (no
necesariamente graves) como somatizaciones, si el paciente está nervioso,
inquieto o preocupado en su visita al médico. Por ello, siempre recomiendo que
aunque el paciente sufra de ansiedad, o esté nervioso, es conveniente descartar
una posible etiología (causa) orgánica de su proceso.
Teniendo en cuenta la presentación temporal:
Si
la ansiedad persiste de forma relativamente continuada, en mayor o menor
intensidad, recibe las denominaciones de generalizada o flotante. Esta forma se
contrapone a la ansiedad que aparece de forma paroxística o en crisis.
La
distinción, claramente clínica, es útil desde el punto de vista terapéutico,
por las diferencias en su abordaje preventivo.
La ansiedad puede ser persistente ... |
Se habla también de ansiedad agudo o
crónica.
Aunque no es exactamente la misma distinción que la anterior, en parte
se confunde.
· Los
estados agudos de ansiedad son reactivos a un estrés externo al sujeto, suelen
tener una corta historia natural y en general, un buen pronóstico.
· En
la ansiedad crónica (más ligada a las clásicas “neurosis de ansiedad”) se
reacciona ante estrés o desencadenantes menores. Se considera que hay personas
con predisposición a la ansiedad, y con un curso prolongado que tiende siempre
a cierta refractariedad.
Ansiedad Rasgo y Ansiedad Estado
Es
otra distinción frecuentemente utilizada.
· El
estado se refiere a situaciones clínicas concretas.
· El
rasgo de ansiedad se relaciona con la personalidad de base del individuo.
Así,
puede que haya personas que experimenten un estado ansioso (por el motivo que
sea) sin que se trate de individuos con una personalidad lábil, anormal o
ansiosa.
Ansiedad
en imágenes:
· Como
ejemplo de ansiedad en forma de crisis, elegiría al personaje de Tony Soprano
(de las serie televisiva Los Soprano, producida por la HBO), magníficamente
interpretado por el fallecido James Gandolfini.
Tony Soprano, y sus crisis de angustia |
Tony Soprano, es el jefe de facto
de la familia DiMeo que opera en New Jersey. Durante la serie, el personaje
intenta equilibrar su vida familiar con su carrera en la Mafia. Ya en el primer
capítulo empieza a sufrir ataques de pánico, debido a años de estrés en su
negocio, y acude para ser tratado a la psiquiatra Dra. Jennifer Melfi, que
trata de que resuelva sus emociones reprimidas, su infancia difícil y los
conflictos con su madre. También le receta fluoxetina, cuando su paciente se
queja de que no llegan a ninguna parte con la terapia.
Un mafioso en terapia |
· Para
la ansiedad crónica, el personaje de ficción es el de Leo Macías, una escritora
de novelas románticas que utiliza el pseudónimo de Amanda Gris, en la película
dirigida por Pedro Almodóvar “La flor de mi secreto”.
La vulnerable y ansiosa Leo Macías |
Un pequeño incidente, desencadena una auténtica catástrofe emocional |
El papel de Leo está
interpretado, también espléndidamente, por la actriz Marisa Paredes, que dibuja
a una mujer muy dependiente de los demás, especialmente de su marido, militar
de profesión y casi siempre ausente, geográfica y sentimentalmente. A Leo se le
complica la vida con pequeñeces, hasta el punto de precisar ayuda para quitarse
unos botines que su marido Paco, una vez le regaló.