Dentro de los Trastornos
de Ansiedad se definen dos diagnósticos en cuya denominación se incorpora la
palabra ESTRÉS: el “Trastorno de Estrés Agudo” y el “Trastorno de Estrés
Postraumático”.
La descripción inicial
de ambos cuadros proviene del ámbito militar, con anterioridad habían recibido
nombres como “fatiga de combate”, “ansiedad de combate” o “neurosis de guerra”.
Aunque el estudio de las
neurosis de guerra se inicia en la I Guerra Mundial, sin embargo los primeros
relatos de estos cuadro provienen de la Grecia clásica. Hipócrates menciona
pesadillas relacionadas con combates en soldados supervivientes y Herodoto en
sus tratados de Historia también menciona los síntomas que presentaban los soldados
que habían participado en la Batalla de Maratón.
La Batalla de Maratón entre griegos y persas |
Combatientes de ambos
bandos durante la I Guerra Mundial desarrollaron síntomas de bloqueo emocional,
incapacidad de juicio, abuso de substancias adictivas, ceguera, mudez o sordera
histéricas o parálisis, espasmos
epilépticos, insomnio o pesadillas, llanto incontrolable, pensamientos
obsesivos, temblores, temores, pérdida de confianza en sí mismos, apatía,
incomodidad física, inestabilidad emocional.
La dureza de la guerra de trincheras en la I Guerra Mundial |
En 1915, el médico
británico Charles Myers introdujo el término de “shell shock” en la creencia de
que el cuadro era debido al ruido de obuses y explosiones que constantemente
escuchaba el soldado en las trincheras. Se postulaba que los síntomas eran
producto de una especie de locura debida a una herida en el cerebro producida
por tal estruendo. La creencia popular lo atribuyó a la cobardía y debilidad
del soldado.
Dr. William H. Rivers (1864-1922) |
El psiquiatra y
antropólogo inglés William Rivers, se distinguió por su trabajo con los
soldados británicos que sufrieron neurosis de guerra en esta contienda.
Realizaba un tratamiento aplicando métodos psicoanalíticos. Su paciente más
famoso fue el poeta inglés Siegfried Sasson.
La experiencia de la
guerra para Sassoon significó una ruptura vital, como lo fue para muchas personas de su generación. Como muchos jóvenes de clase acomodada se alistó
voluntariamente motivado por el patriotismo imperante poco antes del estallido
de la guerra. El escritor se distinguió en el frente por su valor y fue
condecorado por ello. No obstante, en 1917 escribió la “Declaración de un
soldado” a la autoridad militar inglesa en contra de la guerra, que se difundió
a la prensa y fue leída en el parlamento. Sasson se declaró en rebeldía, no
obstante no se le aplicó la ley marcial, y se le consideró no apto para el servicio.
Recibió tratamiento por neurastenia en el Hospital de Guerra Craiglockhart en
Escocia, donde fue atendido por Rivers.
El teniente británico Siegfried Sassoon, poeta antibelicista (1886 -1967) |
Los poemas antibelicistas
de Siegfried Sassoon se hicieron muy famosos, el autor partía del Romanticismo,
pero su obra durante la guerra fue cada vez más cruda y discordante, integrando
descripciones de cuerpos en descomposición, miembros destrozados, suciedad,
cobardía y suicidio. Su obra tuvo un efecto muy significativo sobre el paso de
la poesía romántica hacia la poesía modernista.
Si avanzamos un poco en el
siglo XX, durante la Guerra Civil Española la psiquiatría militar en el lado
republicano experimentó un fuerte avance con la figura del Dr. Emilio Mira y
López, psiquiatra y psicólogo quien creó un sistema de asistencia basada en
conceptos como la atención próxima al frente.
Noticia de "La Vanguardia" 17/7/1937, conferencia del Dr. Mira y López |
Mira y López plasmó sus ideas en
un libro “La Psiquiatría en la guerra” editado en Estados Unidos en 1944 bajo
el patrocinio de la “New York Academy of
Medicine's Salmon Committee on Psychiatry “, y de hecho muchas de las aportaciones
de este autor fueron retomadas por psiquiatras norteamericanos, siendo todavía fundamentales en la
asistencia psiquiátrica militar.
También durante la II
Guerra Mundial el psiquiatra y antropólogo estadounidense Abram Kardiner
publica “Las neurosis traumáticas de guerra”, abriendo el camino que conduciría
a la descripción del trastorno por estrés postraumático. Este autor consideraba
la patología postraumática como una “fisioneurosis” en la que persistían
respuestas biológicas condicionadas.
Tras la II Guerra Mundial
surgió un gran interés en los traumas de guerra, y también se describieron
cuadros en supervivientes de torturas y campos de concentración, lo que ha
permitido evaluar el curso evolutivo de estos trastornos y avanzar en las bases
biológicas del mismo.
No obstante, a pesar de las
medidas preventivas en salud mental desarrolladas por el ejercito
norteamericano, se estima que la guerra de Vietnam (entre 1964 y 1973) dejó
unos setecientos mil soldados veteranos que han requerido algún tipo de ayuda
psicológica. El denominado “síndrome post Vietnam” se diagnosticó con una
elevada frecuencia en la década de los 70 y este hecho constituyó uno de los
factores importantes para que la “American Psychiatry Association” incluyera el
“Trastorno por estrés postraumático” en su Manual Diagnóstico editado en 1980,
el DSM-III.
Imagen de soldados norteamericanos durante la Guerra de Vietnam. 700.000 veteranos precisaron asistencia psicológica |
SUICIDE IN
THE TRENCHES
I knew a simple
soldier boy
Who grinned at
life in empty joy,
Slept soundly
through the lonesome dark,
And whistled
early with the lark.
In winter
trenches, cowed and glum,
With crumps and
lice and lack of rum,
He put a bullet
through his brain.
No one spoke of
him again.
You smug-faced
crowds with kindling eye
Who cheer when
soldier boys march by,
Sneak home and
pray you'll never know
The hell where youth and laughter
go.
Siegfried Sassoon
"A simple soldier boy" |
SUICIDIO EN LAS TRINCHERAS
Supe de un sencillo soldado
que sonrió a la vida con vacua alegría,
durmió profundamente en la oscuridad solitaria,
y silbó temprano con la alondra.
En las trincheras de invierno, acobardado y triste,
entre chinches y piojos y falto de ron
puso una bala en su cerebro.
Nadie habló de él de nuevo.
Multitudes de rostro petulante y brillante mirada,
Que aclamáis a los soldaditos cuando desfilan
Escabullíos a vuestros hogares y rezad para que nunca conozcáis
El infierno adonde van la juventud y las risas.
(Traducción M. S. Humbert)
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