domingo, 28 de julio de 2013

El SUEÑO, la Luna y la Poesía


Nuestra fiel compañera, la Luna
La Luna, el satélite que nos acompaña en nuestro viaje eterno alrededor del Sol ha suscitado a lo largo del tiempo curiosidad, temor, reverencia y deificación. Ha sido objeto e inspiración de incontables obras de arte: en la pintura, en la escultura y también en el cine. Y poetas, músicos, y escritores han sucumbido a su fascinación.

También la Luna se ha asociado con la locura y la irracionalidad... cuando tildamos a alguien de lunático estamos corroborando esta impresión que viene de antiguo. Para Aristóteles la luna llena inducía insania en individuos susceptibles, en la creencia que el cerebro (formado de agua en su mayor parte) podía ser afectado por la Luna, como lo son las mareas.
La luna influye en las mareas, pero ¿lo hace en el cerebro de los hombres?


Incluso hoy en día, entre los residentes de psiquiatría de todo el mundo se insiste en que el número de urgencias psiquiátricas, las tentativas de suicidio y otras patologías se incrementan durante la luna llena, aunque parece ser que no existe ninguna evidencia científica que avale dicha afirmación.

En estos días, un equipo de investigadores del laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Basilea, liderados por el Dr. Cajochen ha publicado en la revista “Current Biology” un interesante estudio sobre la influencia de las fases lunares en los humanos.

El experimento tenía por objeto observar a través de medidas subjetivas y objetivas el sueño en humanos (33 voluntarios sanos) y su variación de acuerdo con la fase lunar. El experimento estaba diseñado en condiciones de control de multitud de variables, para evitar posibles sesgos, analizándose previamente la estructura del sueño, la actividad electroencefalografica durante las fases de sueño no-REM, y la secreción de hormonas tales como la melatonina y el cortisol.

En ningún momento los voluntarios participantes en el estudios, ni tampoco los investigadores que registraban las variables del sueño fueron conscientes del análisis a posteriori en relación con la fase lunar.

Las fases de la Luna y su relación con la Tierra

Se encontró que alrededor de la luna llena:
  • la actividad delta del EEG durante la fase no-REM del sueño (que es un indicador de sueño profundo) decrecía un 30%
  •  el tiempo preciso para dormirse se incrementaba en cinco minutos
  • la duración total del sueño medida electroencefalográficamente se reducían en unos 20 minutos.
  • estos cambios se asociaron con una disminución de la calidad subjetiva del sueño y también con una disminución de los niveles de melatonina endógena.

Esta es la primera evidencia fiables de que un ritmo lunar puede modular la estructura del sueño en humanos, mientras se han medido y analizado dicha estructura en condiciones altamente controladas.



Es decir, la maravillosa y poética luna llena no nos deja dormir… pero, que dicen los poetas:


Luna I
(A María Kodama)


            Hay tanta soledad en ese oro.
                           La luna de las noches no es la luna

                           que vio el primer Adán.
                           Los largos siglos
 de la vigilia humana
                           la han colmado de antiguo llanto.
                           Mírala. Es tu espejo.


Borges, ciego desde los 55 años acompañado de Maria Kodama, desde 1975 su compañera, primero secretaria, luego esposa. 



Luna II

...
De la Diana triforme Apolodoro

me dejó divisar la sombra mágica;

Hugo me dio una hoz que era de oro,

y un irlandés, su negra luna trágica.



Y, mientras yo sondeaba aquella mina

de las lunas de la mitología,

ahí estaba, a la vuelta de la esquina,

la luna celestial de cada día.

Sé que entre todas las palabras, una

hay para recordarla o figurarla.

El secreto, a mi ver, está en usarla

con humildad. Es la palabra luna.


...

Jorge Luis Borges

 
"De la Diana triforme Apolodoro

me dejo divisar la sombra mágica"



Jorge Luis Borges (1899-1986) escritor argentino, considerado uno de los más influyentes autores del siglo XX. Su obra es fundamental en la literatura y en el pensamiento ha sido objeto de numerosos análisis e interpretaciones.

Borges concibe la filosofía como perplejidad, el pensamiento como conjetura y la poesía como suprema forma de racionalidad.



La Luna influye en los humanos, entre otras cosas, les hace encadenar palabras maravillosas... y prosaicamente, también influye en los niveles de melatonina.



La melatonina o N-acetil-5-metoxitriptamina es una hormona que se encuentra en animales superiores y en algunas algas, en concentraciones variables de acuerdo al ciclo diurno/nocturno.

En los humanos, la melatonina es producida por la glándula pineal, la cual está alojado en el centro del cerebro. La melatonina forma parte del sistema de señales que regulan el ciclo circadiano, aunque no es la única sustancias que interviene en esta regulación ya que es el propio sistema nervioso central quien controla dicho ciclo a través de los sistemas paracrino y endocrino.

Normalmente, la producción de melatonina por la glándula pineal es inhibida por la luz y estimulada por la oscuridad. 
Estructura de la N-acetil-5-metoxitriptamina

sábado, 20 de julio de 2013

Conservación de los RECUERDOS

Julio Cortázar me hace un préstamo, y aquí lo transcribo:

"Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o "Frank Sinatra."
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y va a ver si las etiquetas están todas en su sitio." 
 Historia de cronopios y de famas. Julio Cortázar, 1970

El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro es una fama, mientras que el hemisferio derecho es un cronopio


El cerebro humano es una interesante estructura.  Una cisura profunda en la línea media divide el cerebro en hemisferio derecho y hemisferio izquierdo. Ambos hemisferios son inversos el uno del otro, pero no simétricos. En lo más hondo de la cisura, una comisura denominada cuerpo calloso formada por un conglomerado de fibras nerviosas blancas, conecta ambos hemisferios cruzando la línea media y transfiriendo información de un lado al otro.

El hemisferio izquierdo es la parte que reconoce la información en lo que se refiere al habla, escritura, numeración, matemáticas y lógica, así como a las facultades necesarias para transformar un conjunto de informaciones. Esta estructura almacena conceptos que luego traduce a palabras, es decir, el cerebro comprende las ideas, los conceptos y los almacena en un lenguaje no verbal, que luego traduce a un lenguaje o idioma aprendido por el individuo culturalmente. El hemisferio izquierdo procesa la información usando el análisis, que es el método de resolver un problema descomponiéndolo en piezas y examinando estas una por una.

El hemisferio derecho procesa y elabora la información de manera distinta. Es un hemisferio integrador, centro de las facultades viso-espaciales no verbales, especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades especiales, como visuales y sonoras como las artísticas y musicales. Concibe las situaciones y las estrategias del pensamiento de una forma total, integrando varios tipos de información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo. 


El TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO de "MEJOR IMPOSIBLE" poco tiene.




La mayoría recordaremos una película protagonizada por Jack Nicholson y Helen Hunt en 1997 que llevó ese título. La dirigió James L. Brooks.

El argumento trata de Melvin, un escritor neoyorkino de novelas románticas,  que padece un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el cual dificulta su trato social, sin embargo en el film Melvin no parece sufrir por ello, antes bien enorgullecerse.

La película describe las rarezas de Melvin en su cotidianidad: como una nueva pastilla de jabón le sirve para un único lavado de manos, como lleva un juego de cubiertos desechables a la cafetería donde acude a almorzar, como no puede tocar a nadie sin guantes, etcétera… Un perrito, un vecino homosexual y la camarera que le atienden “salvarán” a este singular personaje de su trastorno. 

Jack Nicholson, en el papel de Melvin con Verdell, el perrito de su vecino
"Mejor imposible", 1997

La película familiarizó el TOC al gran público, aunque con un tratamiento cómico y un tanto superficial de los síntomas de Melvin.





Nicholson y la actriz Helen Hunt, en su papel de Carol, la camarera de la cual se enamora Melvin en la película. 
La actriz ganó un Oscar por su actuación.

"Por ti quiero ser mejor persona... voy a tomar la mediación de nuevo"




El trastorno obsesivo compulsivo, hasta ahora clasificado dentro de los trastornos de ansiedad, se caracteriza por la presencia de pensamientos intrusivos, persistentes y recurrentes. Estos pensamientos (las obsesiones) son ideas, imágenes o impulsos que irrumpen en la mente de la persona que sufre TOC, sin que éste lo desee, ni sea capaz de eliminarlas, y le provocan aprensión, vergüenza, inquietud, temores y preocupaciones que el paciente trata de eludir o conjurar con la realización de conductas hechas de forma repetida (compulsiones).

El paciente se da perfecta cuenta de que las ideas, imágenes o impulsos son absurdos o desproporcionados y mantiene el sentido de la realidad, pero no puede impedir que estas obsesiones le causen no sólo ansiedad sino limitaciones en su vida.

Para neutralizar el malestar se realizan las compulsiones, que suelen ser conductas repetitivas, innecesarias y extrañas, tal como reconoce el paciente, y en principio tienen por objeto reducir la ansiedad asociada a los pensamientos. Sin embargo el paciente también se da cuenta de que las compulsiones son tan absurdas como las obsesiones, aunque no sea capaz de dejar de hacerlas.



En las personas que sufren TOC,  el lavado de manos se convierte en un ritual que puede provocar lesiones en la piel

Aunque la incidencia del TOC no es tan elevada como la de otros trastornos de ansiedad, la OMS lo incluye entre las veinte primeras enfermedades incapacitantes, afectando a un 1 ó 2% de la población.

La intensidad del trastorno puede varias, en general el grado de intensidad determina el pronóstico. También el cuadro puede ser esporádico, intermitente o continuo. En el curso de la enfermedad suelen superponerse episodios depresivos secundarios a las limitaciones que produce en la vida de la persona afectada.

Con respecto a los tipos de obsesiones y compulsiones, los más frecuentes son:

  • Contaminación, contagio y limpieza. El paciente puede sufrir ideas obsesivas sobre la posibilidad de contaminación o contagio de suciedad, y caer enfermo. Estas obsesiones suelen acarrear compulsiones de limpieza o lavado (lavarse las manos repetidamente, ducharse también de forma repetida y metódica, limpiarse los dientes sin cesar, ponerse guantes para no tocar manivelas, interruptores…) llegando a producirse lesiones en la piel por erosión y exceso de lavado.
  • Obsesiones de duda. El paciente duda de si ha cerrado bien los grifos, el gas, el televisor, las puertas… Entonces los rituales se dirigirán a revisar una y otra vez estos objetos (dos, tres y hasta cientos de veces…) lo cual consume tiempo y tampoco tranquiliza a la persona.
  • La comprobación es otra de las compulsiones características en el TOC
  • Obsesiones de orden y simetría. Todo tiene que estar ordenado, la casa, la ropa, los objetos… De una manera enfermiza se comprueba una y otra vez la ubicación de las cosas.
    La tendencia al orden, puede pasar de ser una cualidad a resultar enfermiza e incapacitante
  • Existen otros tipos de obsesiones denominadas fobias de impulsión. Son aquellas en que al paciente le asalta la duda de si sería capaz de hacer algo extremadamente inadecuado (agredirse o agredir a otros, proferir amenazas, insultos, groserías o blasfemias) actos que por supuesto el paciente no desea realizar, pero ante la presencia de dicho pensamiento se angustia por si ello representara la posibilidad de llevar a cabo tal acción.


La etiopatogenia de este trastorno no está totalmente dilucidada. Se considera que la desregulación del neurotransmisor serotonina es una alteración relevante, aunque también se han involucrado otros neurotransmisores, como la dopamina, ácido glutámico y otros neuropéptidos.  También se han estudiado las bases neuroanatómicas del TOC, describiéndose la disfunción de vías tálamo-orbitoestriatales y la participación de factores traumáticos o infecciosos en algunos casos. 


Representación de la molécula de serotonina y su fórmula química.
La serotonina, implicada en casi todos los padecimientos psíquicos


El tratamiento más eficaz para el trastorno obsesivo compulsivo consiste en una combinación de psicoterapia de orientación cognitivo-conductual y farmacoterapia que incremente la función serotonérgica.




















sábado, 6 de julio de 2013

Mecanismo de acción de los ANTIDEPRESIVOS



En este vídeo se recoge didácticamente alguno de los mecanismos de acción descritos para los fármacos antidepresivos










La mala fama de los PSICOFÁRMACOS


Los psicofármacos (es decir los fármacos utilizados en las afecciones psíquicas) tienen muy “mala prensa”. A diario visito a personas que me indican que preferirían “no tomar pastillas” porque crean adicción, porque pueden tener efectos secundarios, porque no quieren dejar de ser ellos mismos o porque no quieren ir “como zombis”.

¿De dónde procede la mala fama de estos productos farmacológicos? Creo que estas prevenciones se sustentan en cuatro pilares:

  1.   “Lo que se cree” acerca de la enfermedad mental y los padecimientos psíquicos.
  2.  La alarma generada en los medios de información (incluida la red) por la elevada y creciente dispensación de estos fármacos.  
  3. Algunas pautas “alegres” de prescripción de estos productos, por parte de profesionales (no siempre especialistas en salud mental).
  4. Los efectos adversos de los fármacos.
La creencia acerca de la enfermedad mental:
Para algunas personas los padecimientos psíquicos (salvo en los diagnósticos más graves, e incluso en éstos) son producto de una fragilidad moral o una debilidad de carácter del individuo que los sufre.
Por tanto, para todo aquel que piense así (a veces el propio paciente que esta sufriendo un cuadro clínico) sería superfluo e incluso contraproducente tomar una medicación, ya que vendría a reforzar la “debilidad” antes aludida.
Sin embargo, esto no puede ser más erróneo. Aquella persona que sufre un distrés psíquico está sufriendo una enfermedad, y en muchos casos (no siempre, pero en muchos casos repito) requerirá una intervención farmacológica, para el alivio de los síntomas o la recuperación de un proceso.
Vías implicadas en la actuación de los psicofármacos


La información:
Últimamente la prensa alerta de la elevada prescripción de psicofármacos en nuestro medio (y en nuestro mundo). Realmente es así, son productos con una elevadísima prescripción.
Usuarios de psicofármacos a nivel mundial

Sin embargo, tenemos que considerar la epidemiología de las enfermedades psíquicas y su elevadísima prevalencia. Repasemos algunos datos:
  •  Un 25% de la población padecerá alguna enfermedad mental a lo largo de su vida. (Una de cada cuatro personas).
  • Las enfermedades mentales suponen el 40% de las enfermedades crónicas y la mayor causa de los años vividos con discapacidad.
  • El impacto de los trastornos mentales en la calidad de vida es superior al de las enfermedades crónicas como la artritis, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares o respiratorias.
  •  Se espera que en 2020 la depresión sea la primera causa de enfermedad en el mundo desarrollado.
  •  En la Unión Europea, 18,4 millones de personas de edades comprendidas entre 18 y 65 años, padecen cada año de una depresión entre moderada y grave.
  • En España, el 9% de la población general padece en estos momentos un trastorno mental. Si consideramos el riesgo a lo “largo de la vida” el 19% de los españoles sufrirán una enfermedad psíquica.
Leyendo estos datos, ¿no parece plausible la elevada prescripción de fármacos que intenten curar o cuando menos aliviar los síntomas de estos pacientes?


La dispensación “descuidada”:
Por último, y sin ánimo de controversia, creo que en ocasiones algunos psicofármacos (especialmente ansiolíticos y antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina) se han prescrito con cierta “alegría”:
  • En muchos casos, abrumados médicos generales prescriben alguno de estos productos cuando detectan síntomas psíquicos (casi siempre llanto, ansiedad o preocupación). Evidentemente, tienen formación para ello, pero el contexto de presión y falta de tiempo en el que se realizan las visitas creo que no da para poder afinar. En algunas ocasiones los pacientes precisarían una intervención psicoterapéutica; en otros, la prescripción es correctísima, pero no se lleva a cabo todo el tiempo que se precisaría… o por el contrario, y a través del sistema de receta electrónica se mantiene casi indefinidamente.
  • Los pacientes con afecciones psíquicas, son notables consumidores de recursos de salud, y las somatizaciones que sufren les hacen acudir a otros especialistas (digestólogos, neurólogos, cardiólogos, internistas), que suelen añadir un “toque de psicofármaco” a sus recetas. Con lo cual, pueden no diagnosticarse cuadros que requerirían una atención más precisa y cuidadosa, con el consiguiente riesgo para el paciente. 
Para algunas cosas no existe medicación

Los efectos adversos de los psicofármacos:
Todos los fármacos tienen efectos secundarios. Es decir, aquellos que se producen a dosis terapéuticas y difieren del efecto "diana" que se busca con el producto. Por ello, es indispensable una buena evaluación  teniendo en cuenta el cuadro clínico a tratar, la edad y características de salud general del paciente, las posibles interacciones, etc. Es decir, lo que los especialistas denominamos evaluar el cociente riesgo/beneficio. 
Es muy importante valorar el cociente riesgo/beneficio

Por lo general, los psicofármacos que actualmente utilizamos para los padecimientos psíquicos ambulatorios son bien tolerados, y en cualquier caso la tarea de un buen psiquiatra es advertir al enfermo de los efectos adversos que puede sufrir, la duración de los mismos y disponer de una atención cuidadosa para cualquier duda que pueda surgir a nuestro paciente. 


Los psicofármacos son útiles. Como toda herramienta terapéutica tienen sus indicaciones, sus limitaciones, sus ventajas e inconvenientes. Gracias a ellos, ha mejorado la calidad de vida de muchos pacientes. No son instrumentos de alienación.





Uso de un ansiolítico, según el genial Quino