sábado, 24 de mayo de 2014

Vértigo, mareo, acrofobia, agorafobia y … “Vértigo”







Los términos mareo y vértigo, con frecuencia, son utilizados como sinónimos y en muchos casos son referidos por los pacientes que sufren algún trastorno de ansiedad. Vamos a ver un poco de semiología (*).


Mareo

El mareo  es una sensación desagradable en la que uno puede experimentar una percepción cercana al desmayo, o bien una cierta inseguridad, inestabilidad o desequilibrio de la cabeza (a veces puede confundirse con el vértigo). No obstante, el término es impreciso.  Puede producirse por:
  • Cinetosis.   El movimiento, al viajar en un transporte bien sea por mar, en coche o tren, también en avión y desde luego en algunas atracciones de feria, que al producir una aceleración y desaceleración lineal y angular repetitivas se produce una sobre-estimulación de los canales
    Los pasajeros sufrirán cinetosis
    semicirculares del oído interno y como consecuencia los síntomas que pueden variar desde una ligera sensación de náuseas hasta pérdida del equilibrio, vómitos y falta de coordinación.

  • Caída brusca de la tensión arterial.
  • Deshidratación.
  • Embarazo.
  • Alteración cardiovascular.
  • Trastorno digestivo.
  • Alteración metabólica.
  • Otros factores que también producen sobre-estimulación de los canales semicirculares:
      •  Algunos medicamentos. 
      • Sustancias tóxicas (como el alcohol). 
  • En los trastornos de ansiedad, como los ataques de pánico pueden producirse mareos, casi siempre vinculados a la hiperventilación.


Vértigo
El vértigo es una sensación ilusoria, generalmente de tipo rotatorio, de desplazamiento del cuerpo o de los objetos situados a su alrededor. Las personas con vértigo sienten como si realmente estuvieran girando o moviéndose o como si el mundo estuviera girando a su alrededor. Esta sensación puede ser pasajera o durar horas e incluso días.
La sensación de rotación del entorno es característica del vértigo
Sin embargo, para aumentar la imprecisión, algunas personas pueden describir el vértigo como mareo. Clásicamente para diferenciarlo se dice que en el mareo “lo que da vueltas es la cabeza” (como una cierta sensación de ebriedad), mientras que en el vértigo “dan vueltas las cosas, o todo el cuerpo”.
El vértigo se produce por una alteración ya sea permanente o transitoria del mecanismo del equilibrio. Puede presentarse a cualquier edad, pero predomina entre los 40 y los 60 años y en mujeres.
El equilibrio en los humanos depende de un complicado sistema:
  •  La información sensorial se recibe a través de:
      • Vista.
      • Propiocepción (receptores en los músculos, tendones y articulaciones).
      •  Órganos de equilibrio en el oído interno).
  •  Esta información se integra en el sistema nervioso central, especialmente:
        • Cerebelo
        • Tallo encefálico
        • Corteza cerebral
  • Dando como resultado una respuesta motora, que afecta especialmente a movimientos oculares y a otras partes del cuerpo para el reajuste del equilibrio.  

Excepcional ejemplo de equilibrio, el funambulista Phillipe Petit entre las Torres Gemelas
de Nueva York, agosto de 1974.

Del documental "Man on Wire" dirigido en 2008 por James Marsh

Por tanto, el vértigo puede tener un origen:
  • Periférico: El problema se debe a la parte del oído interno relacionadas con el equilibrio: laberinto vestibular o canales semicirculares, o bien al nervio vestibular que conecta el oído interno al tronco encefálico.
  • Central: El problema se produce en el encéfalo, ya sea en el cerebelo, cerebro o tronco encefálico.

 
El fondo con formas circulares pintado por Van Gogh
en este autorretrato ha sugerido que sufría de vértigo. 

Acrofobia
Pero ocurre con frecuencia que hay personas que afirmen padecer de vértigo, cuando en realidad quieren referirse a la acrofobia, esto es miedo a las alturas. Etimológicamente del griegos acros (elevado) y fobos (miedo).
Una persona con acrofobia, difícilmente se expondrá a una "montaña rusa"
Se trata, por tanto, de un temor a permanecer en un lugar elevado, por la percepción de atracción del vacío y el consiguiente temor a llegar a caerse. Estas personas sufren una alta activación fisiológica en estas situaciones, llegando a padecer síntomas como taquicardia, sudoración, temblores y sensaciones de mareo o seudo-vertiginosas cuando se encuentran en la situación temida. Dichas sensaciones de mareo, inestabilidad o desequilibrio han llevado a que en muchas ocasiones a este trastorno se le llame vértigo. 
Las personas que padecen acrofobia habitualmente desarrollan conductas de evitación: no se asoman a las ventanas o balcones en edificios elevados, ni tampoco se sitúan en el borde en un mirador y mucho menos de un precipicio (aunque la vista sea espectacular). Y evidentemente no se atreven a practicar deportes o actividades que conlleven estar a determinadas alturas: como la escalada, el parapente, subir en globo… Las sensaciones de malestar se acentúan ante la visión del vacío, es decir, no es la altura en sí, sino la “ilusión de atracción de la gravedad”.
Mirador de un rascacielos con suelo de cristal
Ciclismo de altura, no apto para personas con acrofobia
En muchos casos las personas que sufren acrofobia pueden experimentar una reacción vegetativa menor con la sola visión de una persona que está a determinada altura (como por ejemplo, en el trapecio de un circo, o viendo a alguien asomarse imprudentemente en una azotea) y sienten temor por la posibilidad de que esa persona sufra se precipite al vacío.  Incluso hay pacientes que sufren acrofobia a los que les  puede incomodar las imágenes de documentales o películas que muestran a alguien al borde de un rascacielos o escalando una cumbre.
La famosa fotografía "Lunch atop a skyscraper" realizada en 1932 por el fotógrafo Charles Ebbets, durante la construcción de uno de los edificios del Rockefeller Center.

Charles Ebbets con su cámara. Desde luego ni él ni los obreros padecían acrofobia (**)


Agorafobia
Por último, quiero referirme a la agorafobia. En este caso la palabra proviene también del griego: ágora (plaza pública) y fobos (miedo), es decir, miedo a los espacios abiertos. Sin embargo, se ha tomado el término agorafobia de una forma más extensa.
Su definición es el miedo a las situaciones en las que la persona percibe que pueda resultarle difícil o embarazoso escapar, o no pueda disponer de ayuda en el caso de sufrir una crisis de angustia o ataque de pánico. Por ello, la persona que la padece evita dichas situaciones o las soporta con un malestar intenso.
La persona que sufre agorafobia (aunque estrictamente signifique temor a los espacios abiertos) puede sentirse tremendamente incómodo en muchas otras situaciones: espacios cerrados, lugares públicos de los que no pueda salir con facilidad, en aglomeraciones, guardando turno en una cola (como en un supermercado), encontrándole lejos de su hogar, al hallarse en un lugar donde no tenga localizado un centro sanitario,  en situaciones sociales, como reuniones de trabajo de las que no pueda excusarse y salir, en medios de transporte, especialmente si discurren por túneles o son subterráneos.
Un centro comercial abarrotado, un lugar ansiógeno para quien padece agorafobia
Y además los pacientes que sufren agorafobia  también suelen encontrarse ansiosos ante situaciones que incluyan visitar o permanecer en lugares elevados, y por tanto las evitarán.  Esto es, siempre tienen un cierto componente de acrofobia en su cuadro clínico, aunque la lista de sus lugares temidos es mucho más amplia.


VÉRTIGO: La confusión en el título de una gran película
Cartel publicitario de la película "Vértigo"
“Vértigo” es una película estadounidense, dirigida por Alfred Hitchcock en 1958. Está basada en la novela “De entre los muertos” de los franceses Pierre Louis Boileau y Thomas Narcejac .
El protagonista masculino de la película sufre de acrofobia (aunque en el título del film se  ha llamado vértigo a su patología). Dicho trastorno será el núcleo de la trama de un film negro, de suspense y con una fuerte carga psicopatológica en varios sentidos, que bien merece ser analizado más profundamente. 
Imagen de "Vértigo"

En agosto de 2012, la película “Vértigo” fue designada como la “Mejor Película de todos los tiempos” en la encuesta que lleva a cabo cada diez años la revista británica “Sight and Sound”. Durante las cinco décadas anteriores “Ciudadano Kane” de Orson Wells había ocupado este lugar.


(*) Semiología. Es el área de conocimientos que se ocupa de la identificación de las diversas manifestaciones patológicas (síntomas y signos) o datos clínicos. 
(**) Se dice que los obreros que participaron en la construcción de los rascacielos neoyorkinos durante los años 30 del siglo pasado eran indios norteamericanos pertenecientes a la tribu mohawk, que fueron contratados por su falta de temor a las alturas y a las condiciones de trabajo peligrosas. 

sábado, 17 de mayo de 2014

Mayo. Poesía


El verde Mayo


Aunque ya estamos en mayo muy entrado, al hablar de la astenia primaveral, he recordado estos versos que primero conocí a través de Serrat:


Romancillo de mayo


Por fin trajo el verde Mayo
correhuelas y albahacas
a la entrada de la aldea
y al umbral de las ventanas.

Al verlo venir se han puesto
cintas de amor las guitarras,
celos de amor las clavijas,
las cuerdas lazos de rabia,
y relinchan impacientes
por salir de serenata.

En los templados establos
donde el amor huele a paja,
a honrado estiércol y a leche,
hay un estruendo de vacas
que se enamoran a solas
y a solas rumian y braman.

La cabra cambia de pelo,
cambia la oveja de lana,
cambia de color el lobo
y de raíces la grama.

Son otras las intenciones
y son otras las palabras
en la frente y en la lengua
de la juventud temprana.

Van los asnos suspirando
reciamente por las asnas.
Con luna y aves, las noches
son vidrio de puro claras;
las tardes, de puro verdes,
de puro azul, esmeraldas;
plata pura, las auroras
parecen de puro blancas
y las mañanas son miel
de puro y puro doradas.

Campea Mayo amoroso;
que el amor ronda majadas,
ronda establos y pastores,
ronda puertas, ronda camas,
ronda mozas en el baile
y en aire ronda faldas...

 (Miguel Hernández 1936)

Con luna y aves,  las noches
son vidrio de puro claras, 

las tardes, de puro verdes,

de puro azul, esmeraldas;

plata pura, las auroras


parecen de puro blancas


y las mañanas son miel
de puro y puro doradas. 



Miguel, escribiendo en Orihuela
Miguel Hernández Gilabert (1910-1942) fue un poeta español, que los eruditos adscriben tanto a la Generación del 27 como a la Generación del 36.

Nació en Orihuela en 1910, siendo el segundo hijo de una extensa familia con siete hijos, dedicados a la cría de ganado caprino, por lo que desde niño el joven Miguel hacía de pastor.  No obstante, tuvo una escolarización normal hasta los 15 años. En ese momento si que hubo de abandonar sus estudios por las necesidades familiares, pastoreo y reparto de leche. Sin embargo, no abandonó su pasión siendo su formación posterior autodidacta.

En 1930 comienza a publicar poemas en publicaciones locales. Su poesía está muy influida por los grandes autores españoles del “Siglo de Oro”: Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y especialmente, como al resto de la Generación del 27, Luis de Góngora. Esta influencia se aprecia en su primer libro “Perito en lunas” de 1933.

Hernández, comunista desde los 26 años, se alista en el bando republicano al estallar la Guerra Civil española, donde combatió en varios frentes.  En 1937, en un breve permiso se casa con Josefina Manresa. En 1938, nace su primer hijo, que fallece a los pocos meses, y en 1939, su segundo hijo Manuel Miguel.

Concluida la guerra en abril de 1939, regresa a Orihuela pero ante el riesgo de una detención huyó a Portugal cruzando la frontera por Huelva. Sin embargo, la policía portuguesa lo entregó a la Guardia Civil. Es trasladado desde la cárcel sevillana a Madrid, donde gracias a las gestiones de Pablo Neruda frente a un prelado es puesto en libertad en septiembre de 1939.

Pero, tras regresar a su pueblo de nuevo es delatado y hecho preso. Fue juzgado en Madrid y condenado a muerte en marzo de 1940. Gracias a la intercesión de varios intelectuales y también del que sería obispo de León, amigo de juventud en Orihuela, se le conmuta la pena por la de treinta años de cárcel. Pasa por varias prisiones en Palencia, Ocaña y Alicante. No cumplirá su condena, ya que en 1941 enfermó gravemente de bronquitis, tifus y tuberculosis. Falleció el 28 de marzo de 1941 con tan solo treinta y un años.

En 1972, Joan Manuel Serrat publica un álbum (LP) bajo el título “Miguel Hernández”, poniendo música a algunos de sus poemas. A través de esta disco muchas personas de mi generación conocieron sus versos.
Carátula del disco de J.M. Serrat, dedicado a Miguel Hernández

Ramón Sijé, fallecido en 1935 a los 22 años.
Malogrado escritor cuyo verdadero nombre
era José Ramón Marín Gutierrez
Destaco algunos versos de su poema “Elegía” escrito en memoria de su amigo de infancia Ramón Sijé, que falleció en 1935. Se trata de una de las joyas de la poesía clásica española, que provocó el entusiasmo de Juan Ramón Jiménez. 

ELEGÍA
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.


No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

(Miguel Hernández, 1935)




En este texto, Miguel Hernández despliega toda su sabiduría poética, con una combinación y dosificación de técnicas cultas, imágenes oníricas y rasgos de lírica tradicional. La estructura formal y la retórica no impide mostrar la autenticidad y sinceridad del lamento, reflejando toda la emoción por su duelo.  


Que poderosa arma es la poesía, que nos transmite tanto la alegría de una radiante primavera como el dolor por la más definitiva de las ausencias, o el amor de un padre preso hacia su hijo. 

Miguel Hernández escribió sus "Nanas de la cebolla" en 1937, encontrándose preso en Madrid. Su mujer Josefina le había escrito que apenas contaba con pan y cebolla para alimentarse y así amamantar al hijo de ambos Manuel Miguel.  










Algo de primavera, cansancio y neroquímica


ALGO DE PRIMAVERA Y CANSANCIO
 
"Que cansado estoy"
Ya adentrada la primavera, mes de Mayo, cuantas personas me indican –pacientes o no- que se encuentran más cansadas de lo habitual, con mucha mayor necesidad de descanso… y a pesar de dormir más experimentan menos energía. Normalmente la propia persona que lo sufre se explica a sí misma: debe ser el cambio de estación… la primavera, ya se sabe.
Pues si, durante la primavera muchas personas experimentan lo que se ha dado en llamar ASTENIA PRIMAVERAL.
"Yo también"
En primer lugar ¿qué es astenia? Como muchos términos médicos, astenia deriva del griego (sthénos) que significa fuerza o poder; como prefijo la partícula “a” implica “carecer”. Fácil pues, falta de fuerza. Lógicamente este en un síntoma que acompaña a multitud de enfermedades y trastornos, tanto físicos como psíquicos, y se caracteriza con una sensación generalizada de cansancio, fatiga y debilidad.
Lo que llamamos astenia primaveral, ni siquiera nos hemos puesto de acuerdo si se trata de un cuadro clínico o una experiencia subjetiva, y desde luego pasajera. Como no reviste gravedad y repito, suele ser pasajera no se ha considerado una enfermedad propiamente dicha.
"... Y yo, ni fuerzas tengo para besar a la princesa"

Las causas de este fenómeno no se conocen con exactitud, aunque algunas se han postulado. Debido a que diversos mecanismos fisiológicos de nuestro organismo son dependientes de la luz y la oscuridad, se ha sugerido que la astenia primaveral es una manifestación normal del proceso de adaptación corporal a las nuevas condiciones de luminosidad.
Luminosa primavera (en el hemisferio norte, claro)

A pesar de que no existen estadísticas fiables del fenómeno, he leído por ahí que afecta a la mitad de la población (posiblemente esto es exagerado) y desde luego oscila mucho entre áreas geográficas. A mayor intensidad y brusquedad de los cambios climáticos, mayor probabilidad de aparición del cuadro.
Una asténica dama
  • Los síntomas que se han descrito como integrantes de este cuadro/no cuadro clínico son:
  • sensación de fatiga generalizada
  •  percibir somnolencia durante el día
  •  percepción de aturdimiento o de falta de claridad mental
  • dificultades de concentración
  •  sensación de inestabilidad, algo de mareo
  •  pérdida de apetito
  • irritabilidad
  •  disminución del interés sexual
  • no se presenta insomnio, antes bien hipersomnia, pero la percepción es de sueño no reparador

Pues bien, si repasamos los síntomas ¿no recuerdan a los síntomas que hemos descrito para los síndromes depresivos? La diferencia es la intensidad de los mismos y sobre todo, que salvo una discreta irritabilidad, el estado de ánimo no suele contaminarse, la persona se siente fatigada, pero de buen ánimo y sin otras manifestaciones psíquicas que acompañan a las depresiones. Y además, lo definitivo es que suele desaparecer rápidamente.
"No se que me pasa, me encontraba mejor..."
Sin embargo, los pacientes que sufren una depresión y también alguno de los cuadro de ansiedad, pueden experimentar en el período primaveral y especialmente en el cambio de estación, un empeoramiento global de sus síntomas, o un retroceso en sus fase de mejoría, que en muchas ocasiones puede obligarnos a realizar algún ajuste en su tratamiento.

Se ha postulado que la fisiopatogenia tanto de la astenia primaveral, como de las recidivas esté producida por una disminución de las beta-endorfinas circulantes, y que dicho decremento sea debido a la tardanza de nuestro organismo en adaptar el reloj biológico a las nuevas condiciones de luminosidad, temperatura,  humedad y presión atmosférica.


Y ALGO DE NEUROQUÍMICA


Las ENDORFINAS son neuropéptidos opioides inhibitorios endógenos. Son producidos por el sistema nervioso central y la glándula hipófisis. Su nombre señala que “son sustancias parecidas a la morfina –en su acción, no en su estructura química- producidas por el propio organismo”.
Estructura química de la morfina. Muy diferente a...


... estructura química de las beta-endorfinas

Los neuropéptidos opioides fueron descubiertos en 1974 por dos grupos independientes de investigadores:
  • John Hughes y Hans Kosterlitz trabajando en la Universidad escocesa de Aberdeen, aislaron una sustancia en el cerebro de cerdos a la que denominaron encefalinas.
  • Rabi Simantov, Salomon Snyder y Eric Simon, trabajando en la John Hopkins University de Estados Unidos, descubrieron una sustancia en el cerebro de un ternera a la que llamaron endorfina.

Las beta-endorfinas se liberan al torrente sanguíneo desde la glándula hipófisis. El hipotálamo, por su parte, también produce beta-endorfinas que se liberan a la médula espinal. Las beta-endorfinas que se liberan a la sangre no pueden llegar al cerebro en grandes cantidades ya que no traspasan la barrera hematoencefálica, este hecho hace que la determinación en plasma de estas sustancias no nos aporte información acerca de su concentración y actividad en el cerebro.

Localización de hipotálamo e hipófisis en el cerebro humano.

Las beta-endorfinas se unen a los llamados receptores opiáceos (hay de diferentes tipos y localizaciones). Normalmente estos receptores tienen varias funciones: activan la vía del neurotransmisor dopamina, modulan el dolor, las funciones cardíacas, gástricas y vasculares e incluso el pánico y la saciedad. Estos receptores opiáceos pueden estar localizados tanto a nivel presináptico como a nivel postsináptico.
Los científicos no se ponen de acuerdo con que tipo de actividades y situaciones son las que producen liberación de endorfinas ya que la mayoría de los estudios serios provienen de modelos animales.
Se admite (con ciertas reservas ya que las mediciones se han realizado a nivel sanguíneo) que la actividad física, situaciones de excitación y dolor, la ingesta de algunos alimentos (como los muy picantes por su alto contenido en capsaicina), el enamoramiento y la actividad sexual, incrementan la secreción de beta-endorfinas. También durante el segundo trimestre del embarazo, el tejido placentario excreta beta-endorfina que libera al torrente circulatorio materno.
A su vez se ha descrito en algún estudio, que la relajación profunda y algunas técnicas de acupuntura incrementaban los niveles de endorfinas inmediatamente después de las sesiones.
Las beta-endorfinas son un producto de una sustancia previa, de nombre imposible: la proopiomelanocortina (POMC), un polipéptido que cuenta con 241 aminoácidos, que a su vez se deriva de una molécula aún mayor la pre-pro-opiomelanocortina (prePOMC) de 285 aminoácidos.  
La gran molécula POMC y la fragmentación que da lugar a otras sustancias, entra ellas las beta-endorfinas

Esta gran molécula (POMC), al ser escindida, es la fuente de sustancias biológicamente muy importantes.


Acciones endocrinas de hipotálamo e hipófisis