domingo, 25 de enero de 2015

¿Qué es un Trastorno Bipolar?





Con frecuencia algún paciente me pregunta si puede sufrir un trastorno bipolar o simplemente me dice “igual yo soy bipolar”.

“Bipolar” es uno de esos términos que se ha popularizado tanto que es fácil caer en la banalidad y la generalización excesiva y confundir la propia volubilidad del ser humano con este diagnóstico psiquiátrico.

Ya he comentado que fue Kraepelin quién denominó “locura maníaco-depresiva” a una serie de descripciones realizadas por psiquiatras anteriores (Falret, Baillarger, Kahlbaum) y la distinguió y contrapuso a la “demencia precoz” (esquizofrenia). 

En primer lugar subrayó la unidad de la entidad clínica: se trata de una única enfermedad “en la que hallamos los estados más diversos y aún más opuestos en la apariencia”; en segundo lugar, define la evolución recurrente de los episodios de enfermedad,  en tercer lugar, describe el mejor pronóstico del proceso (al compararlo con el de la demencia precoz) y por último, hace hincapié en la notable carga familiar (antecedentes en la familia) en la locura maníaco depresiva.


Descripción clínica:

                                                                         “La melancolía es la nodriza del frenesí”
                                                           William Shakespeare


Según lo anteriormente expuesto, el trastorno bipolar se caracteriza por:
  • Cambios en el estado anímico (en ambos polos, tristeza y euforia)
  • Que cursa a ciclos, con períodos intercíclicos de normalidad
  • Sin deterioro cognitivo.





Para diagnosticar un Trastorno Bipolar no es válido exclusivamente la recurrencia o repetición de las fases depresivas, la pertenencia al grupo de Trastorno Bipolar viene dada por la presencia de sintomatología maníaca (euforia en grado sumo) en el transcurso de la enfermedad.






Por tanto, como la MANÍA es la fase que define a este trastorno, vamos a describirla:

Ante todo,  una puntualización, la palabra manía en el vocabulario común tiene múltiples significados, pero en el contexto del trastorno bipolar indica alteraciones muy precisas.

  • El síndrome maníaco se caracteriza esencialmente por la exaltación, la desinhibición y el desbordamiento instintivo-afectivo.
  • El humor es expansivo, eufórico, pero pasa fácilmente –ante la menor oposición- a la irritación e incluso a cierta violencia verbal y puede llegar a la agitación: en sentido estricto se trata de un humor extremadamente lábil y volátil.
  • El paciente se percibe a sí mismo con un matiz de exaltación del propio valor y poder que se traducen en una altísima e invulnerable conciencia de sí mismo, que a nivel de conducta pueden traducirse en involucrarse intensamente en temas (desde los más altruistas a los más descabellados) con una prodigalidad ruinosa.
  • Aumenta la sensibilidad frente a los estímulos externos, siendo difícil que el paciente se centre en una sola cosa. Los procesos cognitivos están acelerados, pero por esta volubilidad, los rendimientos son pobres y superficiales (el paciente salta de un tema a otro tanto en una conversación como en un objetivos).
  • Existe una fuga de ideas que se pone de manifiesto tanto en el lenguaje hablado como en el escrito. La asociación de ideas es rápida y superficial, y se establece por estímulos casuales o por asonancias, juegos de palabras, rimas… y en casos graves puede desembocar en la confusión mental.
  • En general, se produce un aumento notable de la actividad motora: presentan una hiperactividad infatigable que puede incluso llevar al agotamiento, y en ocasiones, poner en riesgo la vida del sujeto.
  • Aparentemente el acercamiento a los demás es fácil y directo, con un trato familiar donde abundan los juegos de palabras y las bromas, que en muchos casos serán inadecuadas… por lo que puede llegar a ser excesivamente confianzudo e incluso grosero. Como el paciente no soporta que se le lleve la contraria, puede tornarse irritable y hasta pendenciero. Por tanto, la relación interpersonal –especialmente con su entorno- será complicada.
  • A nivel orgánico se produce una muy marcada disminución de la necesidad de horas de sueño, puede haber hiperfagia (comer en exceso e inadecuadamente) pero también pérdida de peso debido a la hiperactividad o a que este aumento de la actividad le haga olvidarse de comer; puede presentar también hipersexualidad (y debido al estado del (o la) paciente no suele tener en cuenta las complicaciones como embarazos o enfermedades de transmisión sexual).








El cuadro DEPRESIVO es un cuadro en espejo del anterior, oponiéndose al episodio maníaco casi punto por punto:

  • El humor depresivo conlleva un tono de gran tristeza y desesperación, casi siempre inmotivada y desde luego desproporcionada.
  • La pérdida de la capacidad de sentir placer se acompaña de una percepción de “falta de sentimientos” que resulta tormentosa para el paciente.
  • Las sensaciones de insuficiencia se expresa de maneras variadas: ideas negativas sobre sí mismo, el mundo y el futuro, con gran desesperanza.
  • Quejas, ideas de ruina, culpa y autorreproche ocupan el pensamiento del paciente, que se vuelve reiterativo y circular sobre estos temas.
  • El curso del pensamiento se encuentra sumamente enlentecido, con incapacidad para fijar la atención y menoscabo de la memoria, así como una dificultad en la planificación.
  • La mímica está notablemente apagada, con lentitud de movimientos, disminución de los movimientos expresivos. La marcha es dificultosa y parece que el paciente no camine sino que se arrastre. La voz pierde modulación y riqueza musical, el habla será también pausada y enlentecida y se demora la más simple de las respuesta.
  • Por lo general se presenta una falta de atención en los cuidados corporales que pueden dar al sujeto un aspecto lastimoso y de gran enfermedad, que sumado al punto anterior dan una sensación general de envejecimiento.
  • La vida social desaparece, ya que el paciente se repliega en sí mismo, y se elimina casi por completo toda actividad física.
  • Los síntomas físicos más frecuentes son la inhibición del deseo sexual, el insomnio (especialmente penoso en estos casos),  y la pérdida del apetito y con ello la pérdida de peso.





O sea, que me estamos refiriendo a un cuadro depresivo particularmente grave, que sumada a la descripción del cuadro maníaco vemos claramente que NADA TIENE QUE VER un Trastorno Bipolar a las lógicas oscilaciones del humor o estado de ánimo que todos padecemos en nuestra vida.



El Trastorno Bipolar en la cultura:

E. Schikaneder



Por internet corren listas de personajes famosos que sufren esta enfermedad (ya que referí a la actriz Catherine Zeta-Jones en una entrada anterior), y también hablamos de personajes históricos como los reyes Felipe V y Fernando VI, recogidos en el libro del Dr. Vallejo-Nágera “Locos egregios”.

En este volúmen el autor también hace el análisis psicopatológico del músico y escritor Emmanuel Schikaneder, concluyendo que sufría un Trastorno Bipolar.  (Schikaneder es autor del libreto de esa deliciosa locura que es La Flauta Mágica, la música de Mozart, por supuesto)






Dentro del mundo de la literatura son muchos los escritores que han sufrido este trastorno, lo que creo que merece contemplar este fenómeno con mayor detenimiento.


El cine también ha plasmado este trastorno, entre otras películas destacaría:

  • Mr. Jones” (1993) dirigida por Mike Figgins, donde Richard Gere da vida a un paciente con este trastorno. A mi entender, están bien conseguidos algunos detalles de la sintomatología de un trastorno grave, como cuando el protagonista embargado por una profunda alegría irrumpe en el escenario de un concierto. 
  • "El lado bueno de las cosas” (2012) narra la vida de un personaje y su reinserción tras una hospitalización psiquiátrica. Dirigida por David O. Russell, fue candidata al Oscar, pero me parece bastante sobrevalorada.
  • En televisión, el personaje protagonista de la serie “Homeland” una agente de la CIA también sufre un Trastorno Bipolar. Como no la he visto no puedo opinar, pero me parece una situación altamente improbable… aunque en la ficción todo o casi todo vale. 
El Trastorno Bipolar, un incesante subir y bajar por el estado de ánimo




continuará...

¿A quién afecta el Trastorno Bipolar?





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domingo, 18 de enero de 2015

ANSIEDAD a lo largo del mundo




Una de las ideas que flotan en nuestro medio es que nuestra sociedad está enferma (puede) y que nos condiciona la forma de enfermar (también es posible)… pero de ahí no puede desprenderse que las enfermedades que llamamos mentales o los padecimientos psíquicos no hayan estado presentes en otros tiempos y también en otras culturas, diferentes de la nuestra.

Eso sí, es posible que la misma enfermedad, tenga una matices diferentes tanto en la presentación de síntomas, en el comportamiento del paciente, en la comprensión de su entorno frente a dicha enfermedad. En definitiva, la enfermedad mental adquiere distinto significado en relación a la cultura

domingo, 11 de enero de 2015

TRASTORNO BIPOLAR, psiquiatras y disputas, reyes y música




El trastorno bipolar “nació” el miércoles 24 de julio de 1850 
en París

Ese día, Jean Pierre Falret, que era uno de los jefes de servicio de psiquiatría del hospital de la Salpétrière, pronunció la última de las diez lecciones clínicas semanales que el dictaba sobre la asignatura “Sintomatología general de las enfermedades mentales”; el texto de esta lección fue publicado en una revista hospitalaria. Dicho texto contenía doce líneas en las que Falret mencionaba:

“Una forma especial (de enfermedad) que nosotros llamamos circular que se caracteriza por la alternancia de un período de excitación con un período, habitualmente más largo de abatimiento”.

El Dr, Jean Pierre Falret (1794-1870)

Más tarde, el propio Falret corrigió, modificó y extendió el texto de sus lecciones para publicarlo en forma de libro, cuatro años más tarde, en enero de 1854. En lugar de las doce escasas líneas redactó hoja y media acerca de dicha enfermedad. El nuevo texto se iniciaba con las frases:


“La transformación de la manía en melancolía y viceversa ha sido siempre mencionada como un hecho accidental pero, hasta el presente, no se ha tomado en cuenta que existe una categoría de locura en la cual la sucesión de manía y melancolía se manifiesta de manera casi regular. Hemos considerado este hecho de una importancia suficiente como para constituir la base de una forma especial de enfermedad mental que llamamos locura circular porque la evolución de este tipo de locura se desarrolla bajo la forma de un círculo repetido de estados patológicos separados solamente por intervalos racionales de corta duración”.

El hospital de La Salpétrière de París (capilla) 

Entre tanto, un colega de Falret, Jules Baillarger, que dirigía otro de los servicios de psiquiatría del mismo hospital, había pronunciado una conferencia titulada “Nota sobre un género de locura cuyos accesos están caracterizados por dos períodos regulares, uno de depresión y el otro de excitación” y propuso designar el término como “locura de doble forma”. Y así, se desencadenó una disputa interminable, siendo el Dr. Baillarger claramente beligerante.
Dr. Jules Baillarger (1809-1890)


Sin embargo, fue el psiquiatra alemán Emil Kraepelin quien bajo el epígrafe de “psicosis maníaco-depresiva” incluyó en una entidad clínica los cuadros de manía y melancolía, pues vio que ambas tenían rasgos comunes (trastornos del estado de ánimo), que habitualmente se sucedían una a otra (evolución cíclica) y que su pronóstico y evolución eran muy similares (reversibilidad). Esta última condición fue vital para Kraepelin, ya que permitía establecer una diferencia clara y concluyente respecto a las demencias precoces o esquizofrenias.
Dr. Emil Kraepelin (1856-1926)
y su libro sobre "La locura maníaco-depresiva" (1913)





Lógicamente, todo esto no quiere decir que la enfermedad o el trastorno como tal no existieran previamente, o que fueran inventados por estos decimonónicos psiquiatras… De hecho, tenemos constancia de observaciones realizadas anteriormente por otros clínicos, a los que también podríamos atribuir las primeras descripciones del trastorno... pero la historia oficial la atribuye a los psiquiatras franceses. 

  • En la antigüedad, Areteo de Capadocia que en el año 150 a.C. ya había señalado la relación entre ambas fases (de exaltación y de melancolía).

  • Areteo de Capadocia
  • En el siglo XVIII, el médico español Andrés Piquer diagnosticó de maníamelancolía al monarca español Fernando VI, estando muy bien documentada la afección de este rey.  El padre del rey Fernando, el primer monarca borbón español, Felipe V, también padecía un trastorno bipolar.

 
Dr. Andrés Piquer-Arrufat (1711-1772)
y su ilustre paciente, el rey Fernando VI (1713-1759)






En internet he vista algunas listas de personajes históricos que podrían haber sufrido este trastorno. Sin embargo, me interesan aquellos que están bien documentados.


La portada original del libro del Dr.J.A. Vallejo-Nágera
Siendo una joven estudiante de medicina (en el siglo pasado) leí el libro del Dr. Juan Antonio Vallejo-Nágera (*)  de título “Locos egregios” (publicado en 1977) que es un estudio psicobiográfico de varios personajes históricos, sus posibles trastornos mentales y particularidades psicológicas, tratadas con rigor y amenidad.

Veamos que dice este autor acerca de Felipe V (1683-1746):

“… El monarca no quiere levantarse y pasa los días en cama, musitando palabras incomprensibles. La depresión va evolucionando hacia un tipo de cuadro llamado “síndrome de Cotard”. Nada le interesa. En los accesos esporádicos de furia llega a golpear a la reina (a la sazón, la segunda esposa de este rey,  Isabel de Farnesio). Si no se consigue despertar su interés el rey va a morir"

        ...

"La familia de Felipe V" de Louis-Michel van Loo,pintado tres años antes de la muerte del rey.
En el centro de la imagen la reina Isabel de Farnesio, que probablemente era quien gobernaba

"La reina Isabel, desesperada, toma, entre otras, una pintoresca decisión. Envía en 1737 una embajada a Londres para traer de allí a “cualquier precio” (y este se concretará en el astronómico de 3.000 libras de pensión) al “asombro del mundo”… Farinelli (**) emprende viaje y llegado a la corte española, es invitado a cantar desde una estancia contigua a la del rey en un intento de meloterapia… Felipe V abre los ojos, levanta la cabeza y, por primera vez en muchos días, habla”. (Felipe V, vivió nueve años más, durante los cuales, todas las noches en un ritual inamovible, el castrato Farinelli le cantaba las mismas cuatro canciones).”






FARINELLI


Los castrati (castrados) es la denominación que se utiliza para referirse al cantante varón sometido de niño a una castración para conservar su voz aguda (de soprano, mezzo-soprano o contralto). La castración consistía en la destrucción o ablación del tejido testicular, con ello se  conseguía que los niños que ya habían demostrado tener especiales dotes para el canto mantuvieran, de adultos, una tesitura aguda capaz de interpretar voces características de papeles femeninos.

Esta bárbara práctica se inició en Constantinopla durante el Imperio Romano de Oriente (alrededor del 400 d.C.),  cayó en desuso y reapareció y se popularizó en el siglo XVII y especialmente en el XVIII. Finalmente esta atrocidad fue prohibida legalmente en 1861.

Farinelli, retratado por Giaquinto (1753)

Hubieron muchos castrati famosos en su momento, pero quizá sea Carlo Maria Broschi (1705-1782) apodado Farinelli fue el que alcanzó mayor fama… Se le supone una extensión vocal desde La2 hasta Re6 (3,4 octavas). 

Su carrera fue exitosa: Italia, Viena, Londres y la corte española donde vivió casi veinticinco años, y donde gozó de una gran influencia: Farinelli fue nombrado director de teatros en Madrid y Aranjuez, y la mayoría de las obras que montó tenían textos de Pietro Metastasio, colaborando también con Doménico Scarlatti. Se le otorgó el rango de caballero en 1750 y se le condecoró con la Cruz de Calatrava. 

Farinelli utilizó su poder en la corte para persuadir a Fernando VI (sucesor de Felipe V, y también enfermo de trastorno bipolar como ya he mencionado) que estableciera la ópera italiana. Después del ascenso de Carlos III, en 1761 Farinelli se retiró a Bolonia con la fortuna que amasó.

En 1994 el director de cine belga Gérard Corbieu realizó una película sobre la vida de Farinelli (que aunque basada en hechos reales contiene alguna inexactitud histórica). El director musical de la cinta fue el clavecinista francés Christophe Rousset.



El aria es "Lascia chi'o pangia" de la ópera Rinaldo de Händel. 
Una maravilla antidepresiva. 


Como es lógico, en la película la voz no corresponde a un castrato, sino que fué obtenida mediante la mezcla digital de las voces de una soprano (Ewa Malas-Godlewska) y de un contratenor (Derek Lee Rangin), con objeto de recrear lo que sería la auténtica voz de Farinelli. 

No se bien como he llegado de la descripción del trastorno bipolar a Händel, pero quería hablar del poder antidepresivo del arte y en concreto de la música. 





(*) Existe otra obra con este título, escrita en los años cuarenta por el Dr. Antonio Vallejo-Nágera, padre de nuestro autor que en su dedicatoria explica que quiso conservar el título en homenaje a su progenitor. La psicóloga Alejandra Vallejo-Nágera (hija y nieta de los anteriores) también ha escrito un libro sobre psicopatología de personajes históricos “Locos de la historia” (2006), pero este último no lo he leído.






jueves, 1 de enero de 2015

Los buenos propósitos




LOS BUENOS PROPÓSITOS


Como cada año, seguro que este 2015 nos hemos planteado algún buen propósito para mejorar algo: nuestra salud, nuestra conducta, nuestras relaciones, nuestro trabajo… a veces la lista es larguísima porque queremos arreglar todos los apartados de nuestra vida.

Tanto es así, que he visto en diarios y revistas, de papel o digitales, blogs, facebooks y demás todo tipo de recomendaciones: las más típicas, hacer más deporte, caminar un tiempo al día, seguir una dieta equilibrada, DEJAR DE FUMAR, ser más felices, meditar, pensar en los demás, amar la naturaleza, pensar más en nosotros mismos que en los demás, ser positivos, ser optimistas, despreocuparnos de lo que nos preocupa (cómo si fuera tan fácil), preocuparnos por el medio ambiente, utilizar más el transporte público, darnos algún capricho, darse duchas frías, andar descalzo, ser amable, beber agua… (alguno de estos consejos me han parecido incompatibles entre sí…). Ah, y también he visto listas de las cosas que no deberíamos hacer, y listas de libros para que nos ayuden en todas estas metas.






Bromas aparte, sí que es bueno reflexionar sobre nuestras cosas y cómo vivimos la vida. Creo que no hace falta que sea el día primero de año, pero como la fecha tiene algo de frontera, seguramente es uno de los días indicados.

Me he querido sumar a estas recomendaciones… por tanto ahí va mi lista, que es de películas que abordan el tema de la superación personal:


·       Forrest Gump (1994). Dirigida por Robert Zemeckis, el propio Forrest que tiene un leve retraso mental nos narra su historia.  Nacido en Alabama, de niño había sufrido una parálisis motora… que superó corriendo. A través de su relato se describe varias décadas de la vida de los Estados Unidos (entre 1945 y 1982).



Forrest Gump, de niño con problemas a héroe del ping-pong



·       Million Dollar Baby (2004). Película dramática dirigida por Clint Eastwood. Frankie Dunn, un veterano entrenador de boxeo ayuda a Maggie Fitzgerald a conseguir su propósito (convertirse en boxeadora) y llegar a lo más alto. Historia de superación con un desenlace trágico.

Maggie la valiente boxeadora con Frank



·       La vida es bella (1997). Protagonizada y dirigida por Roberto Benigni. La historia de Guido Orefici, un italiano de origen judío, apresado por serlo durante la II Guerra Mundial, y su afán para proteger a su pequeño hijo del horror circundante.





Un padre empeñado en que su hijo no sufra, a pesar de la guerra




·       Los chicos del coro (2004) firmada por Christophe Barratier. El profesor Clement Mathieu, un músico fracasado, llega en 1949 a un internado para “niños difíciles”. Es una película que trata del valor de la caridad y la compasión y de como un acto aparentemente insignificante (enseñar a cantar) y el esfuerzo repetido puede transformar la vida de los niños.

El profesor Mathieu y su coro
·       Billy Elliot (2000), dirigida por Stephen Daldry. Narra la historia de Billy un niño de once años, hijo y hermano de mineros del nordeste de Inglaterra, durante la huelga que tuvo en jaque al gobierno de Margaret Thatcher entre 1984 y 1985. Sin embargo, lo que Billy desea es bailar…
Billy Elliot, bailando de patito feo a cisne




·       Una mente maravillosa (2001) de Ron Howard. Ya la he mencionado en otra entrada, trata de John Forbes Nash, Premio Nobel de Economía y enfermo de esquizofrenia. Una vida de superación a través de una cruel enfermedad.

Una mente maravillosa





·       Hombres de honor (2000) dirigida por George Tillman jr. Esta película es menos conocida, trata de una historia real la de Carl Brashear, un afroamericano hijo de campesinos de Kentucky que ingresa en la Armada y se convierte (con toda la oposición debida al racismo) en el primer buzo de su raza en este cuerpo del ejército… y que consigue superar una terrible discapacidad tras sufrir un accidente en un servicio.

Sufrir para llegar... y después sufrir de nuevo


·       Carros de fuego (1981) dirigida por Hugh Hudson. La película se inspira en la historia vivida por dos atletas británicos que compitieron en los Juegos Olímpicos de París de 1924: Eric Lidell, cristiano evangélico de la iglesia reformada escocesa y Harold Abrahams, marcado por un complejo de inferioridad social al ser de religión judía. Ambos consiguen el éxito afrontando la adversidad con esfuerzo y convicción. Genial la banda sonora de Vangelis.

Rodando la famosa escena de los títulos de crédito


El atleta Abrahams, ganador de los 100 metros (1924)


·       Invictus (2009). También dirigida por Vlint Eastwood. Está basada en el libro del periodista John Carlin y trata de cómo el recién nombrado presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, se vale del apoyo al equipo de rugby de su país durante la Copa Mundial de este deporte, para aglutinar a la nación (blancos y negros) para desmantelar el sistema segregacionista del apartheid.

Campeones del Mundo de Rugby, 1995
Nelson Mandela y François Pienaar (los auténticos) 


·       Mi pie izquierdo (1989) dirigida por Jim Sheridan. Basada en la biografía de Christy Brown, pintor, poeta y escritor irlandés aquejado de parálisis cerebral. Con la ayuda de su voluntariosa madre y su tenacidad aprende a usar su pie izquierdo para escribir y pintar.

 
Christy Brown (interpretado por Daniel Day-Lewis) y su tenaz madre



Aunque segura, qué cómo para todo, también hay otras listas.

2015, un año por recorrer



              Feliz Año 2015