martes, 19 de agosto de 2014

FUMANDO ESPERO... a dejar de FUMAR (III)


Realmente, EL HUMO CIEGA TUS OJOS...

La abstinencia al tabaco

Ya hemos visto que la principal sustancia adictiva que contienen los cigarrillos y otras formas de tabaco es la nicotina. La nicotina ocupa un tipo de receptores cerebrales para la acetilcolina  (y por este motivo son llamados receptores nicotínicos). 

Por tanto  esta ocupación de receptores genera una serie de cambios en nuestro sistema nerviosa que conducen a la adicción. No todos los consumidores de tabaco son adictos a la nicotina, pero sí la gran mayoría (entre el 85 y el 90%). Obviamente, como cualquier sustancia adictiva, cuando se elimina su consumo se producen unos síntomas de abstinencia, ya que el cuerpo tiene que adaptarse a no disponer de la sustancia.

Una gran cantidad de los fumadores habituales han intentado dejar de fumar… y muchos lo han conseguido por períodos más o menos largos de tiempo. Por tanto, el fumador normalmente “conoce” estos síntomas de abstinencia… y lo que es peor, les teme. Pero ¿y si los comparamos con los riesgos para la salud que conlleva el tabaco?


Riesgos reales del tabaco

¿Cuáles son dichos síntomas?

En primer lugar, hay que especificar que son diferentes para cada persona que fuma, y ello depende de la cantidad de tabaco que se usa, del contenido en nicotina del mismo, del tiempo de adicción, y sobre todo de factores idiosincráticos, como las variables de personalidad del sujeto, sus hábitos y a que otros estímulos se ha asociado el consumo de tabaco. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes son:


  •  Irritabilidad, mal humor, ánimo irascible.
  • Sensación de desánimo o tristeza.
  •  Dificultad para concentrarse.
  • Sensación de inquietud o nerviosismo.
  •  Dificultades para dormir.
  • Disminución de la frecuencia cardíaca.
  • Aumento de apetito y peso.
  • Deseo de fumar (“craving”).
Sin embargo, hay que aclarar que para la mayoría de las personas los síntomas no duran más allá de un par de semanas… Y los síntomas residuales van desapareciendo tras el primer mes de abstinencia, vamos a ver los más relevantes.  

Tras dejar el hábito la persona puede sentirse tensa e irritable, también es posible que se muestre más intolerante con otros, y en razón de dicha irritabilidad, algo más discutidor ya que  las emociones negativas más comunes asociadas con dejar de fumar son la ira, la frustración y la irritabilidad. No obstante, dichas sensaciones no suelen durar más allá de dos semanas.

En cuanto al estado de ánimo triste y depresivo, aunque siempre se describe como síntoma de la abstinencia al tabaco, creo que es poco relevante, excepto que la persona ya estuviera sufriendo un cuadro depresivo, y que en ese momento el hecho de dejar de fumar exacerbara la sensación de tristeza, o mejor dicho no pudiera servirse del alivio momentáneo de la ansiedad que representa encender y fumar un cigarrillo.

Las personas que suman suelen tener un peso algo inferior que el que les corresponde por la ingesta que realizan. Por eso con la abstinencia del tabaco, puede producirse un aumento de peso (normalmente leve) que los sitúa en el peso normal que les correspondería. Sin embargo, en nuestra sociedad, con el culto a la imagen y a la delgadez,  algunas personas  pueden tener una cierta aprensión a dejar de fumar ante el temor de que se produzca un incremento de su peso y esta puede ser una razón importante que mantenga el hábito.

Por último, el anhelo de fumar puede durar bastante más tiempo, constituyendo la principal causa de recaída en la abstinencia…

“Un día, casi sin darme cuenta me apeteció un cigarrillo… y me dije, bueno solo uno”.

Este anhelo de fumar es consecuencia de:

·      1. La adicción:

Al fumar constantemente, el fumador se acostumbra a tener cierto grado de nicotina en su cuerpo; casi todos los fumadores han experimentado que tienen ganas de fumar al cabo de unas dos horas de haber consumido el cigarrillo anterior. (Un buen amigo mío sale disparado de la butaca del cine, a velocidad vertiginosa…  para fumar en el exterior. Seguro que todos conocemos a alguien a quien le ocurre lo mismo).
Que película está viendo...

La nicotina produce adicción 
Cuando una persona deja de fumar obviamente aparece este impulso por consumir tabaco, que no es constante, va y viene. El anhelo intenso suele durar un rato, y luego cede, aunque reaparece en los siguientes días y tal vez dure semanas. Conforme van pasando los días dicho deseo imperioso de fumar ocurrirá de forma más distanciada… aunque es posible que sienta un leve impulso ocasional durante al menos seis meses. 
Es el tiempo de adaptación de sus receptores nicotínicos a la falta de nicotina.
Además, muchos fumadores adictos a la nicotina son además fumadores "testimoniales" que creen mantener cierta actitud de rebeldía frente a las normas administrativas y la presión social que dificultan su consumo. Algunos se sientes "atacados" y manifiestan que no se plantean dejar de fumar. A éstos les recomendaría que pensaran si son ellos quienes piensan así, o sus receptores nicotínicos han tomado el timón de alguna decisión. 

·   2. El hábito:

Pero además, no hay que olvidar que el tabaco y su consumo están asociado a múltiples situaciones, tanto sociales como personales. Algunas personas fuman mientras conducen (para distraerse) o cuando están realizando alguna actividad tediosa (a la espera de un interlocutor al teléfono); también muchos tienen asociado un cigarrillo para concentrarse en una tarea, y todo lo contrario en momentos de relajación o pausas en el trabajo… Asimismo ya hemos comentado el efecto sobre el sistema digestivo, por lo que para muchas personas es especialmente placentero el hecho de fumar tras una comida copiosa (o no tan copiosa).
Fumar y conducir, peligroso para la salud y para el tráfico

Otra asociación frecuente es la de café y tabaco… y también la de alcohol y tabaco, sobre todo en salidas nocturnas.


Fumar y beber, asociación frecuente

Obviamente, estar en compañía de fumadores fomenta el consumo de tabaco, que se realiza casi inconscientemente.

3. El estrés:

Por otra parte, muchas personas utilizan el tabaco como ansiolítico y en situaciones de estrés o alta demanda ambiental, les puede ser más complicado eliminar el consumo. También hay que decir, que como es imposible eliminar todas las situaciones que supongan inconvenientes o contratiempos en la vida, si nos ponemos a "hilar demasiado fino" nunca será el momento adecuado para dejar de fumar. 
¿A que este fumador parece estresado?

A su vez, hay pacientes que utilizan el tabaco en sentido contrario, como estimulante. Este consumo se ve especialmente en aquellas personas con diagnósticos psiquiátricos de patología severa. 



Los beneficios de dejar el tabaco

Evidentemente todos los síntomas asociados a la abstinencia al tabaco no son en absoluto peligrosos para la salud, al contrario, aunque si pueden representar bastantes molestias. 

Como ya he apuntado, la mayoría de los "adictos al tabaco" han intentado dejar de fumar en algún momento, y por tanto ya han vivido estas molestias, por lo tanto es posible que los fumadores experimenten una cierta fobia a pasar de nuevo por las molestias de una retirada del tabaco, lo cual dificultará enormemente hallar el momento para eliminar de su vida la cajetilla, el humo y los riesgos para la salud. 
Sin más palabras... 

Es indudable que para la salud, abandonar el hábito de fumar representa un gran beneficio. Podemos verlo especificado en la siguiente imagen:

Este esquema nos muestra los beneficios de la abstinencia al tabaco.
Vale la pena mirarlo con detenimiento.
Dejar de fumar, no solo nos reportará beneficios para nuestra salud... En un diagrama similar al anterior, pero de una página norteamericana se añadía además el ahorro de dinero que significa el abandono del consumo. Y además, la retirada del tabaco ofrece algunos beneficios que se perciben inmediatamente, menos dramáticos (en cuanto a la salud) pero que hacer mejor la vida diaria:

*  Mejora el aliento.
*  Los dientes están más blancos.
*  Desaparece el olor desagradable de la ropa y el cabello.
*  También la tinción amarillenta en los dedos y las uñas desaparece.
*  Se saborean mejor los alimentos, y se normaliza también el olfato.

De verdad, queeremos perder la fragancia del jazmín trepador por unos cuantos cigarrillos

*  Actividades físicas como subir escaleras no nos dejan sin aliento.
*  Se puede permanecer en lugares "libres de humo" sin necesidad de salir a un lugar permitido para fumar. 

Fumadores contra las inclemencias del tiempo



La legión de fumadores

(ó un poquito de epidemiología)

Datos de la OMS (referidos a 2010) indican que en el mundo existen más de 1250 millones de fumadores, lo que representa aproximadamente un tercio de la población de más de 15 años. Normalmente el ratio entre fumadores hombres y mujeres era de 5:1, pero la brecha de género disminuye si consideramos a población más joven, por lo que ahora se considera (a nivel mundial) que el 47% de los varones fuman y también lo hacen el 11% de las mujeres.

Sin embargo, hay grandes diferencias entre países y zonas del planeta. En los países desarrollados las tasas de tabaquismo en hombres han comenzado a disminuir, y también algo para las mujeres.

Las mayores prevalencias en el mundo se encuentran en Vietnam (73%), Chile (68%), parte de África y la República Dominicana (66%) para los hombres. Curiosamente los países que lideran la estadística de fumadoras son países muy avanzados como Dinamarca y Noruega (37 y 36%), siendo también muy elevada en Austria, donde además se consumen otros productos del tabaco.

Por países: porcentaje de varones consumidores de cualquier producto del tabaco
 
Porcentaje de mujeres consumidoras de cualquier producto del tabaco

Por su elevada población, China, India y Rusia son los países que cuentan con más fumadores entre sus habitantes. En España, el consumo se sitúa en el 36% de la población general. 

Pero además, de toda esta maraña de datos estadísticos que proporciona la OMS, lo que me parece más alarmante es que afirma que a partir de 2002 (o sea desde hace doce años) se calcula que fuma el 20% de los adolescentes de todo el mundo (casi niños diría pues cifran la edad entre 13 y 15 años). Y que diariamente se inician en el consumo entre 80.000 y 100.000 niños.
 
Una jovencísima Tatum O'Neal fumando en la película "Paper Moon" 
Como la mitad de las personas que empiezan a fumar en la adolescencia seguirán fumando a lo largo de los siguientes 15 a 20 años, el problema de adicción y de deterioro de la salud mundial alcanza proporciones devastadoras.


¿Por qué se empieza a fumar?

Antes he utilizado con toda intención la expresión “adictos al tabaco” porque realmente la nicotina crea adicción. Pero cuando las personas empiezan a fumar no son conscientes ni buscan sensaciones a nivel del sistema nervioso central, por lo que esa expresión puede parecer exagerada, pero que otro adjetivo cabe cuando ya hemos visto que el tabaco (la nicotina) produce una adicción intensa.

Pensemos que con cada bocanada de un cigarrillo estamos administrando a nuestro cerebro una pequeña cantidad de nicotina (y al resto del organismo varios venenos, como ya hemos visto). Cada cigarrillo contiene entre 1 y 2 mg de nicotina, y un fumador habitual se lo fuma en diez caladas. La nicotina llega al cerebro en cuestión de segundos y sus efectos comienzan a disiparse en pocos minutos, Y esto es lo que hace que una persona fume nuevamente; el fumador de una cajetilla al día pone a disposición de su cerebro entre 20 y 40 mg de una sustancia adictiva. 

Nos dicen las estadísticas que la mayoría de personas inician el consumo en la adolescencia o en su primera iniciación, como parte de los muchos ritos de iniciación de esa época vital.

Además pensemos que se trata de una sustancia legal, accesible y relativamente barata. Pese a la prohibición de que no se venda a menores de 18 años, ¿creemos que es un gran problema para un menor conseguir tabaco?
 
Adolescentes fumando
Fumar es una conducta socialmente aprendida, en la que cuentan diferencias individuales, familiares, culturales y sociales. Dentro de estos factores pesan mucho la curiosidad natural propia de la edad adolescente, la necesidad de ser aceptado el grupo, la rebeldía frente a las prohibiciones y el deseo de sentirse mayor e importante.

Evidentemente, puede existir una imitación si hay fumadores en la familia, o cuando menos una minimización de los riesgos (que siempre es propia de la juventud) “si mi padre fuma… que me ha de explicar a mí”, además que los niños que han crecido en un ambiente de fumadores se vuelven tolerantes al molesto olor del cigarrillo.

Por otra parte, no olvidemos el peso social en la adolescencia y juventud. El peso de su grupo claro, en muchas ocasiones fumar representa compartir, y especialmente si está prohibido en familia. Ello refuerza estas conductas.

Se le da mucha importancia también a los medios de comunicación y difusión. Realmente hace unos años la publicidad del tabaco era muy poderosa, ahora, en los países que llamamos civilizados está prohibida o restringida, pero seguro que esta publicidad se ha trasladado a los países más pobres. Desde luego los que tenemos una cierta edad hemos visto muchas imágenes muy sugerentes asociadas a las volutas de humo de un cigarrillo… la belleza plástica y sugerente de un lento asesino. 




              ... Continuará 

(Los buenos propósitos de septiembre) 

domingo, 20 de julio de 2014

Bioquímica y CUPIDO


BIOQUÍMICA


Uno de los puentes de Verona sobre el rio Adigio.
Si hemos sido afortunados nos habremos enamorado alguna vez. Y también hemos oído la expresión acerca de “la química” entre dos personas. Entonces, ya sabemos de lo que hablamos. Ese conjunto de reacciones que nos hacen sentir a casi todos lo mismo, aunque cuando nos sucede a nosotros lo sintamos como único en el mundo.

Ahora bien, esa experiencia inefable, única, particular y exclusiva parece que realmente está mediada por procesos químicos (… que desilusión).

sábado, 12 de julio de 2014

FUMANDO ESPERO... a dejar de FUMAR (II)

En el cuadro de Goya "La cometa", vemos la figura de un hombre sentado a la izquierda... fumando


Aunque la costumbre de fumar estaba arraigada, los primeros cigarrillos de papel manufacturados y empaquetados llegaron a España alrededor de 1825 y las cajetillas sobre 1833.  A finales del siglo XIX el consumo de tabaco en España fue ilegal durante un tiempo, para pasar de nuevo a ser legal. Durante la guerra de Crimea se extendió su uso entre las tropas francesas…. Pero lo que potenció extraordinariamente su consumo fue su fabricación industrial.

Más fumadores retratados por Goya "El juego de la pelota"

¿Qué se ingiere cuando fumamos?

Todos sabemos que el cigarrillo es el formato más popular en el consumo de tabaco. Un cigarrillo es un cilindro formado por una picadura de hojas de la planta de tabaco envueltas por una fina lámina de papel (o también de hoja de tabaco) . Pueden tener un filtro y hay variedades comerciales con diferentes porcentajes de nicotina o alquitrán.  El cigarro o cigarro puro tiene una medida mayor y están manufacturados de hojas completas de tabaco.

Winston Churchill celebrando la victoria en la II Guerra Mundial, con su inseparable cigarro habano


Así pues, tanto los cigarrillos, los cigarros puros y los productos de tabaco que se fuman en pipa se manufacturan con hojas secas de tabaco y se agregan ingredientes para dar sabor y hacer que el fumar sea más placentero.
El humo de estos productos está formado por una mezcla compleja de productos químicos generados por la combustión del tabaco y sus aditivos. 
"Anatomía de un asesino"
Es decir, la peligrosidad del tabaco viene por dos vías:
                       1. La acción de la nicotina sobre nuestro organismo :
§  Los efectos sobre el sistema nervioso central, que condicionará la adicción (de las muchas sustancias de combustión del tabaco, solo la nicotina es adictiva… pero ya es suficiente con ella).
§  Los efectos sobre otras partes del organismo, aunque  hay que tener en cuenta que, en si misma, la nicotina no es una sustancia cancerígena.
2.  La acción de los productos aditivos que tras la combustión del cigarrillo están presentes en el humo del tabaco y que son inhalados por el fumador. (Pero aquel fumador que “no se traga el humo” también absorbe estas sustancias,  aunque más lentamente,  a través de la mucosa de la boca). 
El humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias químicas, entre ellas unas sesenta o setenta que provocan cáncer y asimismo pueden producir enfermedades cardíacas y pulmonares. Entre los componentes del humo del tabaco podemos encontrar:
§  Cianuro
§  Benceno
§  Formaldehído
§  Metanol (alcohol de madera)
§  Acetileno (el combustible utilizado en las antorchas)
§  Amoníaco
§  Alquitrán
§  Gases venenosos como el monóxido de carbono y el óxido de nitrógeno
§  Y lógicamente nicotina
  
Tabaquismo y Salud:

El tabaquismo (como se conoce la adicción al tabaco) está provocada por la nicotina, que acaba condicionando su consumo. Además de los efectos de la nicotina sobre el organismo, el resto de productos inhalados (ya hemos dicho varios miles) producen las enfermedades nocivas para la salud del consumidor.
La Organización Mundial de la Salud considera que el tabaco es la primera causa de invalidez y muerte prematura en el mundo. Sólo en el viejo continente lleva a más de un millón de muertes anuales (muertes prematuras, claro está… no vale aquello que dicen a menudo los fumadores “de algo hay que morir”).
El tabaco está directamente relacionado con la aparición de diferentes tipos de cáncer y otras enfermedades graves, entre estas más del 50% de las patologías cardiovasculares. El hecho de fumar es directamente responsable del 90% de las muertes debidas al cáncer de pulmón y aproximadamente del 80 al 90% de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfisema, patología extremadamente limitante para quien la padece. La primera relación entre cáncer y tabaco es antigua, ya que a mediados del siglo XVIII el polémico médico y botánico inglés John Hill señaló el desarrollo de pólipos laríngeos en los consumidores de rapé.
El médico y botánico John Hill, asoció tabaco (rapé) y cáncer
Inhalando rapé de su cajita. 
(El rapé es un producto de tabaco en polvo que se inhala, que todos hemos visto en películas de época. Se podría creer que al no emitir humo esta forma de consumo es menos peligrosa, pero no es así, ya que también existen sustancias químicas tóxicas y cancerígenas en esta presentación, especialmente las llamadas nitrosaminas específicas al tabaco, las cuales se forman durante la curación, la fermentación y el envejecimiento del producto).





Sin embargo, fue a mediados del siglo XX cuando se descubrió la relación entre tabaco y cáncer a raíz de los trabajos de investigadores nipones y después británicos que han sido corroborados hasta la saciedad: fumar se ha relacionado con cáncer de pulmón, laringe, orofaringe, esófago, estómago, páncreas, hígado, colon, recto, riñón, vejiga, mama, aparato genital y linfático.
Otro riesgo importante del tabaco es su consumo durante el embarazo: ya que multiplica su potencial dañino tanto para la fumadora como para el feto.
El tabaco también tiene incidencia en patologías menores, como problemas dermatológicos… y no tan menores, como en problemas digestivos como las gastritis y úlcera gastroduodenal, la esofagitis por reflujo, la hipertrofia de papilas gustativas que conlleva a un déficit del sentido del gusto, por no recordar de nuevo el riesgo de cáncer en boca, lengua, laringe, esófago y páncreas.
Sigmund Freud, siempre fumando, y fallecido de cáncer de paladar en 1939

Pues bien, siendo tan enormemente nocivo el tabaco ¿por qué persiste su consumo…? pues sencillamente, por la acción de la nicotina.


NICOTINA

La nicotina constituye entre el 0,6 al 3% del peso en seco de la planta de tabaco, Nicotiana tabacum que también se denomina “tabaco de Virginia”, petén, hierba santa o tabaquera. Actualmente esta planta se cultiva en unos ciento veinte países, de diversas latitudes y condiciones climáticas, aunque para un crecimiento óptimo el ambiente debe tener entre 20 y 30 ºC y una humedad relativa del 80 al 85%.
 
La hermosa Nicotiana tabacum
Se trata de un cultivo delicado, ya que las semillas son muy pequeñas. La planta, una vez crecida, es de grandes dimensiones. Normalmente las hojas se escogen manualmente y se trasladan a instalaciones donde se secan (secaderos) o fermentan de manera controlada.

El 15% de los principios activos de la planta la constituyen alcaloides piridínicos, entre los que destaca la nicotina (aunque no es el único alcaloide). La nicotina está presente en toda la planta excepto en las semillas, en muy variados porcentajes. Donde hay mayor concentración es en las hojas.

La nicotina es una sustancia altamente tóxica,  ya que una cantidad de 40 a 60 miligramos podrían llegar a resultar letal. De hecho, la nicotina que contiene la planta del tabaco funciona como sustancia anti-herbívoros con una gran especificidad frente a los insectos; por ello en el pasado la nicotina fue ampliamente usada como insecticida.

Lógicamente la cantidad de nicotina contenida en un cigarrillo es muy inferior, y además hay que considerar que la cantidad inhalada tras la combustión es también  inferior por la volatilidad de la sustancia. Aún así, el fumador absorbe entre 1 ó 2 mg de nicotina con cada cigarrillo.

Forma química:

Se trata de un líquido oleoso. Su forma química (C10H14N2) es la de una base nitrogenada que forma sales con ácidos que generalmente son sólidas y solubles en agua. La nicotina penetra fácilmente la piel. Esta sustancia se quema a una temperatura inferior a su punto de ebullición (247ºC) emitiendo vapores de combustión. A causa de ello, gran parte de la nicotina se quema cuando se fuma un cigarrillo, sin embargo se inhala la suficiente sustancia para provocar los efectos del tabaco.

Estructura química de la nicotina



Farmacocinética (procesos de una sustancia a través de su paso por el organismo):

Tras penetrar en el cuerpo, la nicotina se distribuye rápidamente por el flujo sanguíneo y atraviesa la barrera hematoencefálica. Como promedio, la sustancia tras ser inhalada tarda unos siete segundos en llegar al cerebro.

La cantidad de nicotina absorbida por el cuerpo depende de muchos factores: tipo de tabaco, si se inhala el humo, si se utiliza un filtro. En el tabaco de mascar o en el rapé la cantidad de nicotina liberada al cuerpo suele ser mucho mayor que en el tabaco fumado.

La nicotina se metaboliza en el hígado por enzimas del citocromo P450 (esto tiene su importancia en pacientes polimedicados, ya que puede interferir en la metabolización de algún fármaco). La nicotina tiene varios metabolitos activos como la cotinina.

Farmacodinamia (lo que la sustancia produce en el organismo):

La nicotina en el sistema nervioso central. 

  •      En el sistema nervioso central, la nicotina se une a los receptores nicotínicos. Un receptor niconítico es un canal iónico que responde al neurotransmisor acetilcolina. Se han denominado nicotínicos porque pueden ser activados por la nicotina, a diferencia de otros receptores colinérgicos que no lo son.
  •  Tras esta unión, la nicotina aumenta el nivel de diferentes neurotransmisores, en lo que sería un “control de volumen”, mediante un efecto “dominó”: al unirse al receptor de la acetilcolina limita este neurotransmisor, y de este modo provoca que las neuronas liberen abundante dopamina.
  •     Este aumento del nivel de dopamina en los “circuitos de recompensa” cerebrales provocará cierta sensación de placer, en un mecanismo análogo al que produce la heroína o la cocaína. Por consiguiente, la dependencia a la nicotina está relacionada con la necesidad bioquímica de mantener niveles elevados de dopamina.  


·  En el sistema nervioso periférico también activa al sistema nervioso simpático, actuando en la médula adrenal y estimulando la liberación de adrenalina al flujo sanguíneo.

·      A nivel cardiovascular la nicotina es un potente vasoconstrictor (esto es contrae los vasos sanguíneos). Motivo por el cual aumenta el riesgo de patologías cardiovasculares relacionadas con la arterioesclerosis.

·       A nivel gástrico la nicotina en sinergia con otros componentes del humo del tabaco produce un aumento de la secreción de ácido clohídrico. Se especula que este sería el motivo por el cual el deseo de fumar aumenta tras las comidas, especialmente si éstas son abundantes.

Riesgos del consumo de tabaco en el organismo


·         Efectos fisiológicos de la nicotinaLa traducción fisiológica del consumo de tabaco conllevará:

-Disminución del apetito.
-Incremento de la actividad intestinal, náuseas y diarrea.
-Incremento de la salivación y la mucosidad en vías respiratorias altas.
-Incremento de la frecuencia cardíaca, alrededor de 10 a 20 latidos por minuto.
-Incremento de la tensión arterial de 5 a 10 mmHg.
-Incremento de la sudoración.

Pero nos interesan más sus efectos a nivel psíquico, esto es:

- Tiene efectos sobre el estado de ánimo, al principio la nicotina produce una liberación de glucosa del hígado y de adrenalina de la médula adrenal, causando estimulación. Por tanto, los consumidores de tabaco relatan sensaciones de nitidez, relajación, calma y alerta a la vez.

- Una vez ha llegado al cerebro, la nicotina ya hemos visto que produce la liberación de multitud de mensajeros químicos son responsables de:

*      La estimulación del estado anímico.
*      Disminución de la ansiedad, aunque de forma pasajera.
*    Estimulación de la memoria y la vigilia (los consumidores de tabaco pueden depender de éste para cumplimentar ciertas tareas).

Quino y Mafalda nos explican la adicción al tabaco

Explicando estos efectos podría parecer que el tabaco es benéfico para el sistema nervioso central. Pero no hay que olvidar el elevado potencial de adicción de la nicotina apareciendo síntomas de abstinencia al cabo de 2 o 3 horas tras el último consumo de tabaco. Obviamente, las personas cuyo consumo era más elevado y durante más tiempo percibirán dichos síntomas con mayor intensidad.



Abstinencia del tabaco…


                                                                                                   Continuará …