domingo, 15 de febrero de 2015

Matar a un ruiseñor



Maycomb o Monroeville






















La pasada semana la prensa se hizo eco de que la escritora norteamericana Nelle Harper Lee, de casi 89 años de edad, publicará el próximo verano la “secuela” de su única novela que salió a la luz en 1960. Esta obra,  “Matar a un ruiseñor”, fue ganadora del Premio Pulitzer en 1961 y pasó a ser un clásico de la literatura moderna estadounidense.



Harper Lee en 1962


Como fue llevada al cine en 1962, bajo la dirección de Robert Mulligan, en este caso yo conocí antes “la película que el libro”.




Soberbia película que refleja todo lo fielmente que puede la pantalla un texto aparentemente sencillo de leer, pero con la complejidad de los grandes temas sociales y personales: habla de la injusticia social (y no solo, aunque también de la injusticia racial)  sino las diferencias entre seres humanos por ser ricos o  pobres, por haber tenido o no acceso a la educación, vaya lo que llamamos clase social, de la pérdida de la inocencia, de la transmisión de valores entre ellos la tolerancia, la empatía, el coraje y la compasión, de la existencia de códigos sociales que nos marcan y de la formación de nuestro propio criterio…

Y también el tema por el que traigo a colación esta noticia, también habla del estigma socia que sufre el “loco”, representado por uno de los personajes de la novela, y que es el  auténtico ruiseñor del título. Loco al que la gente teme, y que para defenderse de este miedo, aparta, desprecia, encierra y olvida; siendo los carceleros, su propia familia ¿hay mayor injusticia?

Espiando la casa donde vive el loco

 Para quien no haya leído la novela o visto la película, vamos a recordarla:

Una voz en off de una mujer joven recuerda cómo su hermano sufrió una lesión en el codo cuando era jovencito. La historia abarca un período temporal de tres años y narra la vida de su familia, formada por un padre viudo, Atticus Finch (en la película un soberbio Gregory Peck) abogado de profesión y sus dos hijos, Jeremy (Jem) y Jean-Louise (Scout) que es la avispada narradora de la historia. 

Atticus Finch y sus hijos Jemy Scout.
El mejor padre de la historia del cine

La familia vive en Maycomb, una pequeña ciudad imaginaria del profundo sur estadounidense, durante la Gran Depresión de los años treinta.

El caluroso Maycomb en el verano del 32


Se nos muestra la aparentemente idílica vida de los niños durante el caluroso verano en Alabama, acompañados por otro niño (Dill) que pasa allí sus vacaciones, ocupados en jugar y espiar la casa de otro vecino donde vive “el loco” de la ciudad. Sin embargo, la realidad de la gran crisis económica y las diferencias sociales van haciéndose presentes en la vida de todos.
Jem, Scout y Dill


Al abogado Finch se le encarga hacerse cargo de la defensa de un hombre de raza negra, Tom Robinson, acusado de haber violado a una mujer blanca. Atticus acepta y debe hacer frente a la incomprensión de sus convecinos,  teniendo que explicar su postura ética a sus hijos. A pesar de la inocencia de Tom, que su abogado demuestra en el juicio, son más fuertes los prejuicios que la razón y el jurado popular le condena… desencadenando la tragedia del acusado al sentirse acorralado y huir.

Atticus Finch en el tribunal. En la galería las personas de color que no pueden sentarse junto a los blancos

El padre de la muchacha, Bob Ewell,  que es quien la ha inducido a acusar a Tom Robinson, siente vergüenza y odio hacia Atticus Finch por haberle desenmascarado (a pesar de que ellos no han sufrido ninguna consecuencia legal). Y este odio lo proyecta intentando vengarse a través de los niños… pero estos tendrán un providencial “angel de la guarda” el propio Boo Radley (la primera y prodigiosa aparición del actor Robert Duvall en la pantalla).

Arthur Boo Radley ¿quién diría qué es el ángel de la guarda de Jem y Scout?

La historia del loco Boo (no sabemos que enfermedad sufre o si tiene una deficiencia intelectual)  totalmente estigmatizado por su propia familia y por su comunidad me parece conmovedora, a pesar de su aislamiento extremo siente curiosidad y ternura por los niños e intenta comunicarse con ellos a través de pequeños regalos que deja en la oquedad de un árbol… y pone en peligro su propia vida para protegerles.

Los regalos que Boo deja a los niños en el hueco del árbos y que Scout atesora...
y su propia vida, claro

Como curiosidad añadida, el pájaro al que hace referencia el título original tanto de la novela como de la película “To kill a mockingbird” no es un ruiseñor. "Mockingbird" es otra especie de ave (sinsonte en español). Supongo que no quedaba bonito en la traducción.

El sinsonte

El sinsonte es un ave cuyo nombre de especie es Mymus poliglottos porque imita el canto de otras aves, sonidos animales e incluso ruidos de maquinaria, y se encuentra frecuentemente en áreas urbanas.

El título de la novela remite a una frase que Atticus Finch dirige a su hijo Jem para expresar lo valioso de la vida y le dice que no emplee su escopeta para matar a seres vivos que no han hecho ningún mal ni lo pueden hacer, aunque sean insignificantes, puesto que es un pecado "matar a un sinsonte". 

El libro tiene otras frases espléndidas, que tienen que ver con la empatía y la comprensión: 


"Nunca entiendes realmente a una persona hasta que consideres las cosas desde su punto de vista... Hasta que asciendes al interior de su piel y sales a caminar en ella"
y también con el respeto:


"Señorita Jean-Louise, levántese... Su padre está saliendo"

Al final de la novela Scout volverá a utilizar la frase del título de la obra al comparar lo que representaría decir que Boo Radley había agredido al Sr. Ewell, puesto que le representaría una condena o quizá la muerte. Y ello sería tan pecado como matar a un sinsonte: nos puede parecer que no es muy bello ni es gran cosa, no emite ningún sonido hermoso ni original, pero vive y por el hecho de vivir se merece nuestro respeto, y es valioso aunque no entendamos su canto…  todos los seres vivos tienen su valor, enfermos y sanos, todos somos capaces de grandes cosas. Como Boo Radley, el llamado "loco de Maycomb". 

Scout y Arthur Boo Radley


La pequeña Scout, en los años treinta en Alabama, rompiendo el estigma social de la enfermedad mental.




La novela está basada en sucesos reales o en experiencias vitales de la escritora. El personaje de Dill existió y era nada menos que Truman Strekfuss Persons, más conocido como Truman Capote y la ciudad de Maycomb era en realidad Monroeville en Alabama. 

sábado, 31 de enero de 2015

El tercer hombre: el psicópata silencioso


Este diálogo se desarrolla en Viena... 

Recuerda lo que dijo no sé quién: en Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras, matanzas, asesinatos… Pero también Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!”

Harry Lyme (“El tercer hombre”, 1949)


y más concretamente aquí: en la noria del Prater


La popularización de términos psiquiátricos ha llevado a que la palabra psicópata (o psicopatía) sea prácticamente un sinónimo de “asesino en serie”, “asesino violento” o “delincuente sangriento”, quizá por la tendencia a la hipérbole del cine y de la televisión en nuestro días.

Sin embargo, el término psicópata o como ahora se conoce “Trastorno antisocial de la personalidad” remite a otro tipo de personajes, la mayoría de ellos no especialmente violentos, aunque si definidos por su “conducta no ejemplar”.

Dr. Robert Hare
Hay diversos autores, psicólogos y psiquiatras expertos en el espectro antisocial, entre ellos el Dr. Robert Hare, que define como principales características de este tipo de personalidad:

  • Gran capacidad verbal y un encanto superficial.
  • Autoestima exagerada.
  • Constante necesidad de obtener estímulos y tendencia al aburrimiento.
  • Tendencia a mentir de forma patológica.
  • Comportamiento malicioso y manipulador.
  • Carencia de culpa o de cualquier tipo de remordimiento.
  • Afectividad frívola, con una respuesta emocional superficial, relaciones sentimentales de corta duración. Vida sexual promiscua.
  • Carencia de empatía. Crueldad e insensibilidad.
  •  Estilo de vida parasitario.
  •  Actitud impulsiva.
  •  Comportamiento irresponsable.
  •  Incapacidad patológica para aceptar la responsabilidad sobre sus propios actos.



Como el Dr. Hare es investigador en psicología criminal, también ha descrito qué como consecuencia de todo ello existirá una tendencia a la delincuencia incluso desde la edad juvenil, con versatilidad para la acción criminal, y si han recibido castigo penal, serían proclives a la reincidencia.


Sin embargo, muchas de las personas que poseen rasgos de personalidad antisocial (o el kit completo de este diagnóstico) especialmente si están dotados de una buena inteligencia operativa, nunca han acudido a una consulta médica (ya que no lo consideran necesario) y si han delinquido, los suyos son delitos de "guante blanco". 





Mi psicópata “favorito” de ficción es Harry Lime




La película “El tercer hombre” cuyo guión firma Graham Greene (que más tarde convirtió en novela corta) nos sitúa en la Viena de 1947. Y Viena no solo es el escenario del film, sino que es también el paradigma de la destrucción causada en Europa por la II Guerra Mundial.




La ciudad estaba dividida en cuatro zonas, bajo control americano, inglés, francés y soviético; había un centro de control en la Innere Stadt cuya jefatura se turnaban mensualmente las cuatro delegaciones y por la ciudad patrullaban,  día y noche, grupos formados por cuatro soldados, uno de cada país.

A esta Viena en claroscuro entre su majestuosa belleza y la destrucción de la guerra, llega para hacer fortuna un escritor de noveluchas del Oeste, Holly Martins (interpretado por Joseph Cotten) que ha sido invitado por su amigo Harry Lime. A su llegada se encuentra con la sorpresa de que su amigo Harry ha muerto atropellado y conoce a la enamorada de Harry (la actriz Alida Valli), de la cual también se enamora.





Ante la tumba de su amigo conocerá también al Coronel Calloway, que le refiere la verdad sobre Lime:

“Era uno de los peores estafadores que se haya ganado jamás su puerca vida en esta ciudad”

Ya que el negocio de Harry Lime consistía en traficar con penicilina adulterada, jugando así con la vida de seres indefensos.

Durante la primera hora de metraje, centrada en su presunta muerte y en los intentos de su amigo Holly Martins por esclarecer lo que realmente ha pasado, y aunque la investigación va avanzando y nos presenta a personajes que aportan al relato y ayudan a definir al protagonista y “mitificar” al fallecido Lime.

Aparecen personajes inquietantes:
los socios de Harry



hasta el vendedor de globos y un niño con un balón,
son extraños personajes 



Hasta que aparece Harry Lime (inimitable Orson Welles) 

Pocas veces un personaje que aparece tan poco en pantalla ha marcado tanto una película. Orson Welles se adueña de Lime y ofrece una interpretación antológica, tanto en la memorable escena en la que hace acto de presencia, cuando la luz lo ilumina de forma casual y el esboza una cínica sonrisa, como en su forma de modular la actitud del personaje en el diálogo con Martins/Cotten en la mítica secuencia de la noria del Prater. 

En esa sonrisa al saberse descubierto (sin sentirse culpable) y en los argumentos con que Harry Lime explica a Holly Martins sus actos (capacidad verbal, manipulación, conducta maliciosa) queda definido como ningún otro psicópata en la ficción lo que es este trastorno.



El famoso diálogo en la noria





Se trata de una gran película: un gran escritor, un genial actor (sin olvidar a Cotten y a la enigmática Alida Valli), un  espléndido trabajo del director y también del encargado de fotografía Robert Krasker. 

Y qué decir de  la insistente y obsesiva melodía que interpreta el citarista  Anton Karas que refuerza las expresionistas imágenes de la pantalla.





Ella amaba a Harry, aunque fuera un malvado





domingo, 25 de enero de 2015

¿Qué es un Trastorno Bipolar?





Con frecuencia algún paciente me pregunta si puede sufrir un trastorno bipolar o simplemente me dice “igual yo soy bipolar”.

“Bipolar” es uno de esos términos que se ha popularizado tanto que es fácil caer en la banalidad y la generalización excesiva y confundir la propia volubilidad del ser humano con este diagnóstico psiquiátrico.

Ya he comentado que fue Kraepelin quién denominó “locura maníaco-depresiva” a una serie de descripciones realizadas por psiquiatras anteriores (Falret, Baillarger, Kahlbaum) y la distinguió y contrapuso a la “demencia precoz” (esquizofrenia). 

En primer lugar subrayó la unidad de la entidad clínica: se trata de una única enfermedad “en la que hallamos los estados más diversos y aún más opuestos en la apariencia”; en segundo lugar, define la evolución recurrente de los episodios de enfermedad,  en tercer lugar, describe el mejor pronóstico del proceso (al compararlo con el de la demencia precoz) y por último, hace hincapié en la notable carga familiar (antecedentes en la familia) en la locura maníaco depresiva.


Descripción clínica:

                                                                         “La melancolía es la nodriza del frenesí”
                                                           William Shakespeare


Según lo anteriormente expuesto, el trastorno bipolar se caracteriza por:
  • Cambios en el estado anímico (en ambos polos, tristeza y euforia)
  • Que cursa a ciclos, con períodos intercíclicos de normalidad
  • Sin deterioro cognitivo.





Para diagnosticar un Trastorno Bipolar no es válido exclusivamente la recurrencia o repetición de las fases depresivas, la pertenencia al grupo de Trastorno Bipolar viene dada por la presencia de sintomatología maníaca (euforia en grado sumo) en el transcurso de la enfermedad.






Por tanto, como la MANÍA es la fase que define a este trastorno, vamos a describirla:

Ante todo,  una puntualización, la palabra manía en el vocabulario común tiene múltiples significados, pero en el contexto del trastorno bipolar indica alteraciones muy precisas.

  • El síndrome maníaco se caracteriza esencialmente por la exaltación, la desinhibición y el desbordamiento instintivo-afectivo.
  • El humor es expansivo, eufórico, pero pasa fácilmente –ante la menor oposición- a la irritación e incluso a cierta violencia verbal y puede llegar a la agitación: en sentido estricto se trata de un humor extremadamente lábil y volátil.
  • El paciente se percibe a sí mismo con un matiz de exaltación del propio valor y poder que se traducen en una altísima e invulnerable conciencia de sí mismo, que a nivel de conducta pueden traducirse en involucrarse intensamente en temas (desde los más altruistas a los más descabellados) con una prodigalidad ruinosa.
  • Aumenta la sensibilidad frente a los estímulos externos, siendo difícil que el paciente se centre en una sola cosa. Los procesos cognitivos están acelerados, pero por esta volubilidad, los rendimientos son pobres y superficiales (el paciente salta de un tema a otro tanto en una conversación como en un objetivos).
  • Existe una fuga de ideas que se pone de manifiesto tanto en el lenguaje hablado como en el escrito. La asociación de ideas es rápida y superficial, y se establece por estímulos casuales o por asonancias, juegos de palabras, rimas… y en casos graves puede desembocar en la confusión mental.
  • En general, se produce un aumento notable de la actividad motora: presentan una hiperactividad infatigable que puede incluso llevar al agotamiento, y en ocasiones, poner en riesgo la vida del sujeto.
  • Aparentemente el acercamiento a los demás es fácil y directo, con un trato familiar donde abundan los juegos de palabras y las bromas, que en muchos casos serán inadecuadas… por lo que puede llegar a ser excesivamente confianzudo e incluso grosero. Como el paciente no soporta que se le lleve la contraria, puede tornarse irritable y hasta pendenciero. Por tanto, la relación interpersonal –especialmente con su entorno- será complicada.
  • A nivel orgánico se produce una muy marcada disminución de la necesidad de horas de sueño, puede haber hiperfagia (comer en exceso e inadecuadamente) pero también pérdida de peso debido a la hiperactividad o a que este aumento de la actividad le haga olvidarse de comer; puede presentar también hipersexualidad (y debido al estado del (o la) paciente no suele tener en cuenta las complicaciones como embarazos o enfermedades de transmisión sexual).








El cuadro DEPRESIVO es un cuadro en espejo del anterior, oponiéndose al episodio maníaco casi punto por punto:

  • El humor depresivo conlleva un tono de gran tristeza y desesperación, casi siempre inmotivada y desde luego desproporcionada.
  • La pérdida de la capacidad de sentir placer se acompaña de una percepción de “falta de sentimientos” que resulta tormentosa para el paciente.
  • Las sensaciones de insuficiencia se expresa de maneras variadas: ideas negativas sobre sí mismo, el mundo y el futuro, con gran desesperanza.
  • Quejas, ideas de ruina, culpa y autorreproche ocupan el pensamiento del paciente, que se vuelve reiterativo y circular sobre estos temas.
  • El curso del pensamiento se encuentra sumamente enlentecido, con incapacidad para fijar la atención y menoscabo de la memoria, así como una dificultad en la planificación.
  • La mímica está notablemente apagada, con lentitud de movimientos, disminución de los movimientos expresivos. La marcha es dificultosa y parece que el paciente no camine sino que se arrastre. La voz pierde modulación y riqueza musical, el habla será también pausada y enlentecida y se demora la más simple de las respuesta.
  • Por lo general se presenta una falta de atención en los cuidados corporales que pueden dar al sujeto un aspecto lastimoso y de gran enfermedad, que sumado al punto anterior dan una sensación general de envejecimiento.
  • La vida social desaparece, ya que el paciente se repliega en sí mismo, y se elimina casi por completo toda actividad física.
  • Los síntomas físicos más frecuentes son la inhibición del deseo sexual, el insomnio (especialmente penoso en estos casos),  y la pérdida del apetito y con ello la pérdida de peso.





O sea, que me estamos refiriendo a un cuadro depresivo particularmente grave, que sumada a la descripción del cuadro maníaco vemos claramente que NADA TIENE QUE VER un Trastorno Bipolar a las lógicas oscilaciones del humor o estado de ánimo que todos padecemos en nuestra vida.



El Trastorno Bipolar en la cultura:

E. Schikaneder



Por internet corren listas de personajes famosos que sufren esta enfermedad (ya que referí a la actriz Catherine Zeta-Jones en una entrada anterior), y también hablamos de personajes históricos como los reyes Felipe V y Fernando VI, recogidos en el libro del Dr. Vallejo-Nágera “Locos egregios”.

En este volúmen el autor también hace el análisis psicopatológico del músico y escritor Emmanuel Schikaneder, concluyendo que sufría un Trastorno Bipolar.  (Schikaneder es autor del libreto de esa deliciosa locura que es La Flauta Mágica, la música de Mozart, por supuesto)






Dentro del mundo de la literatura son muchos los escritores que han sufrido este trastorno, lo que creo que merece contemplar este fenómeno con mayor detenimiento.


El cine también ha plasmado este trastorno, entre otras películas destacaría:

  • Mr. Jones” (1993) dirigida por Mike Figgins, donde Richard Gere da vida a un paciente con este trastorno. A mi entender, están bien conseguidos algunos detalles de la sintomatología de un trastorno grave, como cuando el protagonista embargado por una profunda alegría irrumpe en el escenario de un concierto. 
  • "El lado bueno de las cosas” (2012) narra la vida de un personaje y su reinserción tras una hospitalización psiquiátrica. Dirigida por David O. Russell, fue candidata al Oscar, pero me parece bastante sobrevalorada.
  • En televisión, el personaje protagonista de la serie “Homeland” una agente de la CIA también sufre un Trastorno Bipolar. Como no la he visto no puedo opinar, pero me parece una situación altamente improbable… aunque en la ficción todo o casi todo vale. 
El Trastorno Bipolar, un incesante subir y bajar por el estado de ánimo




continuará...

¿A quién afecta el Trastorno Bipolar?





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